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Su equipo fue el último en Australia, sólo por delante de una Manor que ni siquiera salió a pista. Su equipo es el que menos ritmo mostró de todos los que pisaron el Albert Park, y su equipo fue uno de los que peores sensaciones dejó en el cita inaugural de la temporada 2015.

El dominio apabullante de Mercedes levanta las primeras ampollas en el seno de Red Bull. El pobre rendimiento de los de Milton Keynes en el Albert Park y el rendimiento espectacular del Mercedes W06 pone en duda la supuesta igualdad que debería reinar en la F1.

Los ecos de las críticas que Horner vertió hace unos días sobre el dominio actual de Mercedes siguen resonando en el paddock, y las respuestas a sus palabras continúan apareciendo en los medios provenientes de los distintos equipos que componen el Gran Circo. Hoy, ha sido el turno de Bob Fernley, team manager de Force India, quien ha declarado no sentir compasión por Red Bull, señalando que ve el actual rendimiento de Mercedes como una llamada de atención para los austriacos y el resto de formaciones de la parrilla.

Después de que Red Bull se quejara a la FIA del aplastante dominio de Mercedes, las reacciones corrieron como la pólvora, y la mayoría les señalaban que estas quejas eran una muestra de la impotencia ante su pobre rendimiento. Sin embargo, Christian Horner salido a defenderse y, a pesar de comprender que sus comentarios pudieran verse como hipócritas, ha insistido en que a Red Bull se le pusieron límites continuamente cuando ganaba.

Lewis Hamilton y Arnold Schwarzenegger gritaron a dúo el famoso "volveré" de Terminator durante la ceremonia del podio ayer en Melbourne, aunque más que en futuro, el verbo debería conjugarse en presente, pues Mercedes sigue por los mismos derroteros que el año pasado, e incluso parece que ha aumentado su ventaja.

Acabamos de comenzar. Solo llevamos una gran premio anotado de los veinte que conforman el calendario, pero, mientras unos piden paciencia (léase McLaren), otros la pierden. Sí, ya, tan pronto. Es el caso de Red Bull. Acostumbrado a otras lindes, no llevan nada bien estar lejos de la lucha por lo importante. A pesar de ser el segundo año de la nueva era, están sufriendo mucho con su motor y Christian Horner se lo hace saber a Renault.

Reducir costes. Estas son las dos palabras más usadas fuera de la pista en la Fórmula 1. La FIA y los equipos están dispuestos a colaborar para intentar reducir al máximo los costes en un futuro y, de hecho, durante la pretemporada se reunieron para discutir sobre este asunto.

Ya están aquí. Definitivamente. El vestido de zebra lo han dejado en el armario y desde Milton Keynes han recuperado su color más puro y tradicional. Azul, rojo y amarillo en honor a la bebida energética...y con un novedoso aire morado en los pontones y el alerón trasero. Los amantes del Red Bull de camuflaje están hoy de luto.

Si viajáramos a la era V8 de los motores de Fórmula 1, nos encontraríamos con una propiedad que destacaba por encima de los demás en el caso de los propulsores Renault. No eran los que tenían más potencia ni tampoco los más fiables pero la entrega de potencia era fantástica, permitiendo a Red Bull y Lotus entre otros aprovechar al máximo lo que tenían. Volviendo a 2015, Christian Horner admite que Renault tiene problemas en esa área.

Un año después de que los motores V6 Turbo rodaran por primera vez sobre el asfalto, y pese a haber mejorado desde entonces su rendimiento exponencialmente, la Fórmula 1 busca nuevas soluciones que reduzcan los costes para los equipos y conduzcan hacia una eficiencia financiera inexistente bajo la reglamentación de las nuevas unidades de potencia, cuya fabricación y desarrollo ha multiplicado casi por tres las inversiones de las escuderías, generando así grandes dificultades de superviviencia para aquellos con menos recursos como Caterham o Marussia –abocados a la desaparición-, u otros como Sauber y Force India –en serio peligro de ser consumidos por sus elevadas deudas-. 

Christian Horner confía en que Adrian Newey regrese a la primera línea de fuego de Red Bull en 2017, año para el que está prevista una revolución tecnológica que verá la entrada de los motores de 1.000 caballos y una redefinición de la aerodinámica.

Llegaron al límite y tan solo pudieron rodar 166 vueltas en el circuito de Jerez, el peor equipo si exceptuamos a McLaren que apenas llegó a los 100 giros. Sin duda alguna, Red Bull está mejor que en la pretemporada pasada, donde apenas llegaron a la veintena de vueltas, pero probablemente no era el inicio que esperaban. 

Adrian Newey está en jaque. La aerodinámica reducida y un impacto mayor del motor en la competición han creado un estado de frustración en el británico. Los años de dominio Red Bull se han medio disipado -sigue siendo un muy buen coche-, y ya no se depende únicamente del elemento aerodinámico para ganar ventaja.

El equipo Red Bull conserva la tranquilidad pese a los problemas de Renault en los primeros test de Jerez, donde quedó demostrado que el motor francés todavía no es perfecto en materia de fiabilidad.

Las 157 vueltas que dio ayer Nico Rosberg en el estreno del W06 Hybrid sobre el asfalto de Jerez han supuesto un motivo de cierta preocupación para la competencia más directa del equipo Mercedes AMG, cuya fiabilidad y rendimiento hacen presagiar otro dominio de sus monoplazas en 2015. A esta corriente de opinión generalizada en el paddock, y compartida por el propio Adrian Newey, se ha unido la de Christian Horner, jefe de equipo de Red Bull, quien no ha dudado en afirmar que los de Brackley serán la "referencia" de la parrilla durante una temporada más.