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Hemos asistido a la primera victoria de un gran piloto, probablemente un futuro campeón. El GP de España nos ha dejado una carrera entretenida además, en la que está claro que la ausencia de los Mercedes es lo que ha propiciado esto, pero la victoria de Verstappen es fruto de una gran gestión de la carrera, tanto por parte de Red Bull como de Max.

La Fórmula 1 es una disciplina impredecible. El rendimiento de sus coches puede variar a lo largo del tiempo y sus pilotos también sufren altibajos, aunque estas fluctuaciones son mucho menores en la actualidad gracias a la estabilidad reglamentaria y mecánica de las máquinas del Gran Circo. Aun así, no es nada extraño ver cambios constantes en las alineaciones de las escuderías, en una "operación limpieza" que se produce de forma periódica pero que suele coincidir con la aparición de una nueva temporada.

El discurso de Helmut Marko quiere apaciguar a todos, pero no puede pretender que no leamos entre líneas. Lo que ha sufrido Daniil Kvyat es un castigo, se mire como se mire. El ruso ha sido degradado, ha caído del equipo A al B. El jefe de la estructura de Red Bull asegura que el piloto lo entiende y que la decisión se hace por su bien, para no dañar su carrera. Una extraña forma de restar presión a alguien que se ha equivocado y de trasladarla a otro.

Menuda temporada estamos viviendo. No hay carrera en que no sucedan cosas impredecibles, y el Gran Premio de Rusia no ha sido la excepción. Con Sebastian Vettel en séptima posición y Lewis Hamilton en décima, prometía una gran remontada de ambos y buenas luchas. Pero la sorpresa ya ha llegado en la salida. El trazado de Sochi es característico por la gran recta que tiene antes de la segunda curva y por la velocidad de la tercera, y ahí se han producido los primeros incidentes.

Ganar un Gran Premio siempre es difícil. Son muchos los factores que es necesario colocar juntos durante todo el fin de semana para poder subir a lo más alto del podio. Conseguirlo durante cuatro carreras consecutivas en un mismo año da una idea de la dimensión de lo que está haciendo Nico Rosberg, con su perfil que podríamos definir como bajo (comparando con su llamativo compañero), dedicándose a trabajar, y aprovechando ese plus tan necesario que es encontrarse las cosas siempre de cara, esa pizca de lo que llamamos suerte, y que se traduce en que todo parece fácil: pole, carrera completa en el liderato, vuelta rápida, victoria. Grand Chelem. Como si eso fuera sencillo.

Otra carrera y otra victoria cómoda para Rosberg. Y aunque ya vayan cuatro, están siendo carreras bastante entretenidas, con mucha variabilidad gracias a los neumáticos. En esta carrera no ha habido tanto ya que los medios casi no se han usado -Pirelli ha pecado de conservadora-, así que vamos a introducir una novedad en esta sección.

Nico Rosberg se llevó una victoria clara, en una carrera en la que Red Bull se confirmó como una alternativa clara a Ferrari.

Podríamos caer en el tópico de decir que ésta ha sido una carrera muy loca, pero es que todas las que llevamos esta temporada lo han sido. Excepto Rosberg, que se mantiene invariablemente en la primera posición, todos los demás se han dedicado a bailar unos con otros.

Un 12 de abril de 1917 (hace por lo tanto 99 años), nacía en Marsella Robert Jean Joseph Manzon, piloto cuyo talento no se oculta tras las frías estadísticas, que nos hablan de muchos abandonos y resultados discretos. Porque Robert era un piloto rápido, pero que estuvo ligado durante casi toda su carrera al equipo de Amédée Gordini. "Le Sorcier" era realmente un talento para la ingeniería, pero sus coches adolecían de una fragilidad recurrente, que se unía a las perennes dificultades económicas.

Recuerdo el día de la presentación del nuevo SF16-H. No quise sacar conclusiones de unas imágenes que podían tener poco que ver con el nuevo coche de Ferrari para la temporada 2016 de Fórmula 1, pero observé algo tan evidente que lo pensé de todas formas: la forma de la cubierta del motor me recordaba a otra, a la de McLaren en 2015. Pensé que ese monoplaza no tendría mucho que ver con el que veríamos en pista y que ese parecido que había encontrado era fruto de mi obsesión por analizar todo, pero cuando vi las primeras imágenes de los test de pretemporada me reafirmé en una teoría: iban a tener más problemas de fiabilidad que en 2015.

Rosberg se llevó una importante carrera en Baréin, muy movida, y con una gran variedad de alternativas. Räikkönen subió al segundo puesto, mientras que Hamilton, con toque en la salida, completó el podio.

Carrera muy loca la que hemos vivido en el circuito de Sakhir este año. La variedad estratégica que da tener un tipo de neumático extra ayuda bastante a esto, aunque en este caso, los medios estaban mejor guardaditos en sus mantas, como ha podido comprobar Williams.

La jornada de pruebas del Gran Premio de Baréin nos ha dejado una primera imagen muy interesante de lo que será la carrera. Mercedes se ha colocado al frente, con Ferrari tras ellos, algo más lejos, pero con las sorpresas de McLaren en las tandas cortas y de Toro Rosso en ritmo de carrera.

Llegamos a la segunda carrera con muchas dudas por resolver. Por si había poco, las dos primeras sesiones de libres nos traen aún más interrogantes. Puede que Ferrari no esté tan cerca, pero ahora mismo casi preocupa más su fiabilidad. 

Libia era un territorio bajo el protectorado italiano desde 1912, y acrecentado el control como colonia desde 1922, ya bajo el mando de Benito Mussolini. Allí, un grupo de entusiastas del automovilismo habían organizado carreras desde 1925, que se afianzaron desde el año 1928 en el circuito de Tagiura, también llamado "Circuito Automobilistico della Tripolitania". Pero en 1930, una cadena de infortunios, incluyendo la muerte del famoso piloto italiano Gastone Brilli Peri, provocaron el fin de las carreras en Libia.