Cambios de pilotos en temporada

No es éste el caso que nos ocupa. El intercambio que Red Bull ha efectuado entre su alineación ha sido la noticia más importante en los días previos al Gran Premio de España. Max Verstappen debutará con los colores de la escudería madre en el Circuit de Barcelona-Catalunya, mientras que Daniil Kvyat regresará a Toro Rosso, siendo de paso el primer piloto que desciende en el escalafón de Red Bull desde Vitantonio Liuzzi.

El cambio ha sido una declaración de intenciones imprevista por parte de la escudería austríaca, pero lo único nuevo que tiene ésta situación es que el relevo se haya realizado tan pronto. No es la primera vez que dos pilotos de Fórmula 1 se intercambian los volantes a media temporada, aunque quizá sí sea el primer ejemplo de un intercambio entre dos escuderías relacionadas.

Para comparar el caso entre el ruso y el holandés, hay que ir hacia atrás en este milenio. Entre los años 2000 y 2015 se produjeron 60 cambios de pilotos con la temporada en marcha, una media de 3,75 por año. En 2001, 2004 y 2005 se produjeron hasta siete sustituciones en toda la parrilla. 

Curiosamente, 2001 es la última temporada con un intercambio entre dos pilotos de dos equipos distintos: Heinz-Harald Frentzen fue despedido de Jordan tras varias malas actuaciones, y su lugar lo ocupó Jean Alesi (con dos apariciones de Ricardo Zonta por en medio). El hueco que dejó el francés en el equipo Prost lo ocupó Frentzen, aunque ninguno de los dos tuvo tiempo de adaptarse a su fugaz nuevo coche.

Son variados los motivos que mueven a un equipo a realizar un cambio, pero en gran medida se reducen a tres: lesión del piloto titular, falta de dinero o bajo rendimiento. Los casos más comunes son los de lesiones, que dan la oportunidad a otros pilotos mientras los titulares se recuperan de sus problemas físicos. Este año ya se ha visto un ejemplo con la entrada de Stoffel Vandoorne, que sumó un punto en el Gran Premio de Baréin en sustitución de Fernando Alonso. 

Es la quinta sustitución por lesión en la década de los años 2010. Anteriormente, Kevin Magnussen estuvo en el lugar del asturiano en el GP de Australia de 2015, Heikki Kovalainen disputó las dos últimas carreras con Lotus en 2013 en el lugar de Kimi Räikkönen; Pedro de la Rosa ocupó el Sauber de Sergio Pérez en Canadá 2011 y Christian Klien tomó el asiento de Sakon Yamamoto en Singapur 2010, en medio de un ambiente enrarecido en el equipo Hispania.

Otras recientes lesiones de importancia han sido la de Felipe Massa, doblemente sustituido en 2009, la de Timo Glock ese mismo año, la de Robert Kubica en 2007 (que propició el debut de Sebastian Vettel), la de Juan Pablo Montoya en 2005 (exitosamente reemplazado por De la Rosa y Alexander Wurz) y los tres años no completos de Ralf Schumacher, entre 2003 y 2005.

Un segundo factor es el monetario. La falta de dinero o la garantía de un posible mayor prespuesto es un pretexto especialmente acuciante en equipos de la zona medio-baja de la parrilla. Manor alternó el asiento entre Roberto Merhi y Alexander Rossi gracias al prespuesto de ambos durante 2015, hecho que también se vio en HRT con Sakon Yamamoto, en Spyker con Christijan Albers y en Minardi con Patrick Friesacher. Pero éste es un factor que se reduce en los últimos años, gracias a la relativa estabilidad de las escuderías.

El último ejemplo es el del bajo rendimiento, la falta de resultados que genera ansiedad en más de un jefe de equipo. Kvyat ha sido la última víctima de este hecho, aunque no ha sido completamente despedido de Red Bull. Entre los últimos casos se encuentran el de Nick Heidfeld en 2011 (despedido de Renault por "falta de liderazgo"), el de Pedro de la Rosa en 2010, los de Nelson Piquet Jr. y Sébastien Bourdais en 2009 o el de Scott Speed en 2007. Otros afectados del milenio incluyen a Montoya, Jacques Villeneuve, Christian Klien, Cristiano Da Matta, Antônio Pizzonia y Alex Yoong.

Lejos quedan los locos años del siglo XX que tuvo en la inestabilidad su forma de ser en la Fórmula 1. Los accidentes graves, los cambios de propiedad de los equipos y los pilotos de pago de pobre calidad, una constante de relevos culminada en 1994, cuando solo cuatro de los 14 equipos que compitieron mantuvieron su alineación intacta durante toda la temporada. Esos tiempos han pasado a mejor vida, pero no hay que olvidar que los pilotos de Fórmula 1 son tratados como los mejores del mundo y eso implica que los errores pueden ser muy caros si se cometen en un mal momento y lugar.