El Dakar se prepara para un final al sprint, pero no es la primera vez

Por lo general, quien ha comenzado delante la penúltima etapa ha ganado… salvo en 2001, cuando el tercero sacó tajada de la lucha en cabeza.

La última vez que esto sucedió fue en 2017, en Sudamérica, cuando el recorrido tenía más de rally que de off road. Aquel fue un duelo fratricida entre dos pilotos Peugeot, un tal Sebastien Loeb y Stephane Peterhansel. A dos días del final, Peterhansel se colocó en cabeza con 5”50” de ventaja sobre Loeb.

En la penúltima etapa ‘Seb’ atacó a fondo, a media etapa había recuperado tres minutos, pero pinchó. Al finalizar la penúltima etapa Peterhansel seguía teniendo 5”32” de ventaja y la última especial sólo tenía 64 km. ‘Monsieur Dakar’ tenía la victoria en el bolsillo.

En 2014, Stephane Peterhansel y Nani Roma, entonces en Mini, se encontraron en la misma situación, aún más apurada. Nani tenía 2’15” de ventaja sobre ‘Peter’. Sven Quandt, el patrón y propietario de X-Raid -el mismo que dirige sobre el terreno el equipo Audi ahora- no lo dudó: “¡Todos quietos! Acabamos así”. Peterhansel acató la consigna. Nani se llevó la victoria.

En 2010 se produjo el menor margen de victoria del Dakar, 2’10”. Carlos Sainz salió ganador sobre su compañero Nasser Al-Attiyah, Ambos eran compañeros en VW. La puja entre ambos era cerrada. Al-Attiyah, como este año se ha visto, iba a la suya atacado a Carlos que era líder; ambos se tocaron incluso en un de las últimas etapas. 

En teoría, VW quería el doblete, pero Nasser reduciendo la diferencia, de 10’ a falta de 4 etapas a 5’ a falta de tres y 2’48” antes de la última, una especial de 206 kilómetros. Estos kilómetros fueron un sprint sin cuartel, pero Carlos supo imponerse.

En 2001, Hiroshi Masuoka llegaba líder con casi 8’ sobre Schlesser y con Jutta a casi 40’. Josep Mª Servià y Schlesser penalizaron por adelanto para salir delante de los Mitsu. Masuoka intentando adelantar a Servià rompió la suspensión y el copiloto del japonés, Pascal Maymon salió a la pista para detener a Servià y pedirle explicaciones. 

Jutta tomó el mando por 2’55” sobre Masuoka… porque los comisarios penalizaron con 1 hora a Schlesser y Servià. Quedaba sólo la especial del Lago Rosa y en Mitsubishi impusieron orden: la victoria femenina, única en el Dakar, era un gran resultado… aunque difícilmente Masuoka hubiera recuperado ese tiempo en los poco más de 30 kilómetros en la playa del Lago Rosa.