Alpine, con dos LMP2 en el WEC

Tras dos temporadas en la categoría reina, Alpine baja un escalón ‘por imperativo legal’. En las dos últimas temporadas ha estado en la categoría reina aprovechando la ‘derogación’ que había para admitir los LMP1 de 2020 entre los Hypercar. Pero el Alpine LMDh no estará disponible hasta la próxima temporada, así que no tenían coche este año.

En lugar de tomarse un año sabático, el equipo Signatech de Philippe Sinault, que se encarga de hacer correr los Alpine, ha preferido estar en pista redoblando esfuerzos, a modo de rodaje de la estructura y de vivir en directo la evolución de la categoría LMDh, siempre de acuerdo con Alpine.

En la alineación se nota la baja de Nicolas Lapierre, pieza clave en estos últimos años el equipo. Pero el veterano piloto ha preferido concentrar sus esfuerzos en el equipo Cool de LMP2, del que es propietario.

"Queríamos absolutamente estar presentes esta temporada. La competición está en nuestros genes y además esto nos permite rodarnos como equipo con todas las personas que estarán a cargo del futuro programa LMDh", ha dicho Sinault.

Hay una segunda razón de peso. Este año se celebra el centenario de las 24 Horas de Le Mans, una competición en la que Alpine ha tenido mucho peso desde los años 60 e incluso ha ganado.

Además, el equipo deberá afrontar el desarrollo del futuro coche de LMDh, por lo que les espera una temporada muy intensa.

Sinault dice que no se confía por la experiencia con el exRebellion –de hecho basado en el Oreca LMP2– ni con los éxitos pasados, "porque los LMP2 han sufrido evoluciones a nivel aerodinámico, motores y neumáticos", de forma que tendrán que ‘aprender’ de nuevo. Modificaciones a la baja para mantener las diferencias con los LMDh y LMH, que son menos rápidos que los LMP1.