Mi bicicleta para la Titan: del garaje… ¡a Marruecos!

Pesa 12 kilos y 600 gramos –se me olvida decirlo en el vídeo, así que lo preciso aquí–. Ya sé que algunos diréis que hay bicis mucho más ligeras y 'finas', pero seguramente no sean tan duras como ésta. La bici que se va a Marruecos está hecha para aguantar. Se trata de una Scott, modelo Spark 910, con ruedas de 29", doble suspensión y cuadro de carbono. Tiene 22 velocidades, cubiertas reforzadas y tubeless, lo cual da un poco de tranquilidad ante los pinchazos. Podría hablar de ella durante horas. Eso sí, mucho carbono, mucha tecnología… ¡pero habrá que dejarse el alma cada día dando pedales para terminar las etapas! 

Bienvenidos a mi garaje, nos leemos otra vez mañana.
 

TRANSCRIPCIÓN ÍNTEGRA DEL VÍDEO

Aquí están alguno de los dorsales que he utilizado en alguna de mis locuras deportivas tanto corriendo como en bicicleta, pero para mí la más importante sin lugar a dudas, la más fuerte, ha sido esta, la del año pasado en la Titan Desert.

Este dorsal todavía lleno de polvo y de suciedad, y esta placa, me recuerdan lo mucho que sufrí el año pasado, lo dura que fue la carrera y eso hace que todavía sea más absurdo haber decidido volver este año otra vez. Pero bueno, he decidido volver este año otra vez, vuelvo a la Titan Desert y lo que os voy a enseñar ahora mismo –os voy a tener informados en este videoblog a lo largo de toda la carrera y también antes de irme os iré colgando algunos vídeos de las cosas que me llevo, por si alguno se anima–, lo que voy a hacer es enseñaros la bicicleta con la que voy a participar.

Ya sé que la mayoría de vosotros sois aficionados a la Fórmula 1, a los coches, y esto son sólo dos ruedas, pero también es tecnología. En las bicis, como en los coches, muchas veces hay que apostar por algo claro. En este caso, para afrontar una carrera como la Titan tienes que saber dónde vas, qué es lo que necesitas y qué es lo que tienes que llevar. A veces te puede llevar a engaño pensar en el equipo más ligero, o tratar de buscar rendimiento, cuando aquí no tienes que buscar el rendimiento. Un tipo como yo no va a ganar la carrera, ni mucho menos; lo que quiero es disfrutarla y terminarla. En fin, os voy a enseñar la bicicleta. Espero que os guste.

Ésta es mi bici, es una Scott Spark 910. Como podéis observar es una bici de doble suspensión, yo creo que es fundamental para ir a la Titan Desert para personas normales como nosotros. La gente que busca rendimiento van en su mayoría con bicis rígidas, pero en el pasado también ha habido muchos ganadores de la Titan que fueron con móviles como ésta.

El cuadro es de carbono, la suspensión es bloqueable, pero la verdad es que una vez que estás en el desierto y ves la cantidad de piedras, baches y trampas que hay, casi siempre la llevas desbloqueada. No es una bici ligera, evidentemente cualquier rígida de carbono va a ser mucho más ligera que ésta, pero considero que es mucho más cómoda que una rígida. Allí el desgaste es tremendo, sobre todo el desgaste por cansancio, por machaque. Pensad que vamos a estar alrededor de seis, siete, ocho horas, quizá más… subidos en la bicicleta pegando botes por el desierto, con lo cual necesitas tener amortiguación, porque la amortiguación va a evitar que te canses en exceso, sobre todo brazos, espalda. Creo que es la decisión acertada, hay mucha gente que seguro que opta por ir con rígidas porque saben que con rígidas son un poco más rápidos, pero yo creo que no es una cuestión de rapidez, lo del Sáhara.

También hay un problema añadido en la Titan Desert, que es uno de los mayores problemas que tiene la gente y la razón principal por la que tienen que trabajar las asistencias médicas. Esto se nota sobre todo por la tarde, cuando termina la etapa o por la mañana cuando vamos a salir. Y el problema es la mayoría de las veces lo que se sienta en el sillín, que es nuestro trasero. Es muy habitual, y doy fe de ello, porque el año pasado el sufrimiento fue tremendo, cuando te salen llagas en el lugar donde te apoyas en el sillín. Los isquiones apoyan, hacen presión y son muchas horas, muchos baches, calor, polvo. Si no tienes el maillot o el culotte apropiado y no tomas las medidas adecuadas, e incluso aunque tengas toda una preparación y buenos materiales, a veces ocurre. Yo recuerdo que hace años me contaron que Roberto Heras, ganador de la Titan Desert y, como sabréis, de muchas otras cosas, también tuvo este problema. Llevar una doble en ese sentido también ayuda a poder mitigar y que el sufrimiento sea menor, aunquez no es la solución definitiva.

La bici ya está preparada, revisada, con todas las herramientas necesarias para poder resolver lo que ocurra si pasa algo en el desierto. Le he cambiado cables, pastillas, hemos repasado que no haya nada suelto. Hemos apretado tornillería. Nada, está todo, creemos, nunca se sabe, creemos que todo está en orden. Ahora sólo falta desmontar algunas partes y meterlas en esta caja que nos manda la organización. Aquí tendré que poner mi dorsal, que va a ser el 316, y se va para Marruecos antes que yo. La próxima vez que vea esta caja será ya para recogerla en la Titan, sacar la bici de ahí y llevarla a los mecánicos que nos dan asistencia. Y a afrontar 660 kilómetros de desierto, de montañas, de subidas, de etapas de más de 100 kilómetros –incluso hay una de 146– y algunas veces con temperaturas que van a estar por encima de los 45 grados, como el año pasado. Pero bueno, como dice mi mujer: sarna con gusto no pica.