Barcelona, sexto episodio de la batalla Leclerc-Verstappen

Esperemos que siga así. Aunque si la igualdad se va manteniendo, conforme avance la temporada aumentará la tensión

A día de hoy –y salvo imponderable, catástrofe o milagro– sólo otros dos hombres parecen capaces de amargarles las fiesta, sus respectivos compañeros Carlos Sainz y Sergio Pérez. Ambos han estado un pelín detrás de sus 'jefes de fila' hasta la fecha, pero ha llegado el momento de que comiencen a poner las cartas sobre la mesa si es que de verdad aspiran a entrar en la batalla por el título.

Sainz y Pérez, además, tienen dos roles cruciales: intentar apoyar a sus compañeros y, sobre todo, saben que si Charles y Max luchan por el título de pilotos, a ellos les toca asegurar el de constructores.

El pronóstico es claro. La brecha entre Ferrari y Red Bull con el resto de equipos es notable y aunque todos dan por hecho que Lewis Hamilton y Mercedes reaccionarán, es George Russell quien está salvando los muebles de la marca de la estrella. El W13 ha sido hasta el momento poco menos que inconducible… y pese a ello, son la tercera fuerza del Campeonato.

La afición española por supuesto sueña con la primera victoria de Sainz. Lograr la primera victoria en casa sería todo un punto. Ve más complicado el primer triunfo de Fernando, pero está convencida de que el asturiano dejará atrás en esta pista mágica todos los golpes que el destino le ha deparado en estos comienzos de temporada.

McLaren ha sido competitivo a veces y en otras ocasiones ha andado un poco perdido. Algo similar sucede con Alpine y no podemos olvidar que Alfa Romeo caracolea con buenas posiciones, cosa que en Haas intenta alcanzar Kevin Magnussen.

La mayor parte de equipos traen actualizaciones o las primeras grandes evoluciones. Esto puede hacer que varíe un tanto la correlación de fuerzas. Nadie espera ver un salto espectacular, pero sí es posible que dentro del mismo grupo haya variaciones.

En cualquier caso, Barcelona es un Gran Premio donde la clasificación tiene importancia capital. No es fácil adelantar, prácticamente sólo es posible a final de recta, aunque hay algún otro punto donde existen posibilidades teóricas.

"Es un trazado importante porque permite conocer realmente dónde está tu coche, la jerarquía. Es aquí donde hacemos los test invernales y todos los conocemos bien. No es fácil adelantar, así que es mejor clasificarse bien. Si no hay un coche de seguridad o un hecho inhabitual de carrera, es difícil ganar posiciones", sostiene Fernando Alonso.

Pero este año deberán lidiar con otro problema: el calor. Se anuncian temperaturas inusualmente elevadas en Barcelona y adivinar la configuración que mantenga los neumáticos en la ventana adecuada de funcionamiento no parece que sea una tarea sencilla. Y esto es algo que puede hacer variar de forma fundamental los pronósticos, incluso obligar a ir a dos paradas, cosa que este año no es habitual.