La suerte es el azar aprovechado

Decisión ésta de no entrar a boxes en ese momento considerada errónea por quien escribe estas palabras y mucha otra gente, incluida la del piloto español de Alpine, que así lo dejó ver al muro a través de la radio. Por cierto, por todos es conocida la habilidad del ovetense para leer las carreras mientras conduce entre muros a 300 kilómetros/hora, ajustar parámetros del coche en el volante y mira por los retrovisores.

Sin llegar a negar la existencia de la suerte por mi parte, sí creo que es inaccesible para el entendimiento humano la noción de la misma. Se podría decir, de alguna manera, que soy un tipo agnóstico en este aspecto y, lejos de escudarme en ese factor, prefiero cuestionar de inicio por qué suceden las cosas y tratar de buscar cierta lógica. La suerte es para quien se la trabaja como dice el dicho popular.

Un monoplaza de Fórmula 1 no deja de ser un conjunto sofisticado de millares de piezas y todas pueden romperse. El quid de la cuestión está en averiguar por qué, cómo se rompen y evitarlo. ¿Fue mala suerte que esa junta tórica se rompiese? 

Si eliminas el factor suerte, la cuestión pasa a ser: ¿por qué se rompió? ¿No se revisó bien? ¿No se montó bien? ¿Tiene una vida útil y no se cambió cuando debió hacerse? ¿Existía la posibilidad de penalizar si se sustituía? ¿Ahorro de costes? Antes que encomendarme al factor suerte, preferiría tener respuesta a todas estas dudas y quizá a otras muchas, algo que dudo que Alpine quiera resolverme. Quién sabe, quizá ni siquiera fue una junta tórica de dos euros la causante del estropicio. Es conocido que en el paddock se miente más que se respira, o al menos no se cuenta toda la verdad.

Tenemos a continuación la decisión de no entrar a boxes durante el segundo coche de seguridad. Como he dejado claro más arriba, decisión que, en su momento, me pareció errónea. En un principio creí ser el único en pensar esto, hasta que escuché las comunicaciones por radio entre el muro de Alpine y Fernando Alonso y leí las transcripciones:

Muro de Alpine: Ok, Safety Car, permanece fuera, no entres a boxes

Fernando Alonso: ¿Estás seguro, compañero? No lo sé.

Muro de Alpine: Negativo, quédate fuera.

Fernando Alonso: Vale, entonces supongo que este es el final de nuestra carrera

Muro de Alpine: Queda todavía mucha carrera, habrá más oportunidades de parar.

Cuando el ingeniero de pista dice a Alonso lo de que "queda todavía mucha carrera, habrá más oportunidades de parar" deduzco que esperaban la posibilidad de otro coche de seguridad durante el cual aprovecharían y realizarían el cambio de compuestos para ahorrar  tiempo, pero este coche nunca llegó y se les fastidió el PLAN. Si esto no es tentar a la... suerte, que me lo digan.

Desde el muro se decidió, por tanto, no entrar durante el periodo de Safety Car. Creyeron que el PLAN de entrar más tarde y poner medios era lo mejor. Sobre el papel quizá lo era. Calcularon que con un juego nuevo de estas gomas serían más rápidos por vuelta que sus más inmediatos rivales por los puntos. La lógica así lo imponía, quizá también las cifras. Creyeron que recuperarían así fácilmente las posiciones perdidas por la parada tardía en boxes, pero no contaron con que los demás equipos también saben hacer su trabajo y que el resto de pilotos también saben pilotar y, por tanto, defenderse entre los muros de Albert Park.

No contaron con que se podrían tropezar con 'un tren de DRS' en definición de las propias palabras de Fernando Alonso tras la carrera. "Si están uno por uno, los adelantas, pero cuando hay cuatro y los cuatro abren el DRS, es imposible, así que destrozamos los neumáticos", explicó el asturiano tras finalizar el gran premio.

¡Ojo al graining que sufrieron los neumáticos de Fernando Alonso en Albert Park!

¡Nos lo muestra @AlbertFabrega!#AustraliaDAZNF1 pic.twitter.com/ASkLRsfxAT

— DAZN España (@DAZN_ES) April 10, 2022

Y en ese momento, tal y como le comentó Fernando Alonso a su ingeniero por radio unas cuantas vueltas antes, se fue al garete su carrera.

¿Le echamos la culpa a la mala suerte o a otra cosa?

Decía James Cash Penney, fundador de la famosa cadena de tiendas norteamericana JCPenney que:

"La suerte es siempre el último refugio de la pereza e incompetencia"

Les dejo a ustedes la elección de en qué creer, si en el PLAN mal gestionado o en la pura y simple mala suerte.

Saludos.

Javi C.