La FIA presiona para ver a Chadwick subida a un F1

Chadwick, que está vinculada como piloto de pruebas a Williams, tiene en estos momentos 30 puntos para la superlicencia de Fórmula 1, 15 por cada título de W Series. Todavía le faltan diez para conseguir la superlicencia que le permitiría correr un Gran Premio, pero tiene puntos más que suficientes –30 cuando sólo se piden 20– para participar en los test de Fórmula 1 o en los Libres 1 de viernes.

El deseo de la FIA es que Williams le diera una oportunidad no ya en los test posteriores de Abu Dabi, sino en alguna sesión de Libres 1. Recordemos que a partir de 2022 cada equipo debe reservar dos Libres 1 de viernes para un piloto joven, con el fin de que estos adquieran experiencia.

Será difícil que esto suceda en los comienzos de la próxima temporada. Los drásticos cambios de reglamento aconsejan que sean los pilotos titulares los que aprovechen todo el tiempo posible en pista para hacer crecer el coche y comprender las reglas nuevas.

Las W Series no quieren que las chicas con mayor talento se perpetúen en la categoría. La idea es que progresen. La ganadora tiene un premio de 500.000 euros para dar el salto a la F3. Sin embargo, la cantidad es totalmente insuficiente; una temporada en la F3 cuesta como mínimo el doble, incluso más si –como hacen algunos pilotos– disponen de un monoplaza similar para hacer test, ya que las jornadas de ensayos con un monoplaza F3 son muy limitadas, o alquilan un buen simulador para probar.

Si la FIA no consigue que la ganadora de las W Series dé este paso, la competición perderá buena parte de su credibilidad, de su razón de ser. Éste es el mayor reparo que Michèle Mouton pone al Campeonato y la razón por la que ninguna piloto haya decidido seguir por otros derroteros.

De ahí la importancia que tendría para la FIA que Williams acceda a subir a Chadwick un par de viernes al volante de su F1. ¿Sucederá? Es difícil predecirlo.