Si lo llega a planear, a Wolff no le hubiera salido mejor

"De 11 carreras disputadas, hemos ganado cinco con Max Verstappen y una con Sergio Pérez. Max había acabado en el podio en todas, pero en Bakú a causa del pinchazo. Teníamos ventaja en los campeonatos… pero Max sólo ha podido sumar cinco puntos en las dos últimas carreras", señaló colérico Christian Horner, quien se preguntó una vez más si Mercedes iba a pagar la factura. Y de estos cinco puntos, tres los debe a la innovación inaugurada en Silverstone de la clasificación al sprint.

En dos carreras han pasado de ser líderes del Campeonato de pilotos con 32 puntos de ventaja –Max Verstappen, 182, por 150 de Lewis Hamilton– a ser segundos, con Max a ocho puntos de Lewis; son 40 puntos perdidos para el de Países Bajos.

De ser líderes de constructores con 44 puntos de ventaja a quedar 12 puntos por detrás de Mercedes: 56 puntos perdidos. –Ojo, cálculos contando con la exclusión de Sebastian Vettel, pero que no variarían mucho, tres puntos a lo sumo–.

No sólo eso. Max ha tenido al final que estrenar motor en Hungría, su tercera unidad de potencia, con lo que el riesgo de perder posiciones en una parrilla de salida es casi una certeza. Y otro tanto sucede con Sergio Pérez, que ha visto cómo en el accidente de Hungría su motor se quedaba sin refrigeración y presumiblemente queda para la basura… con lo que deberá estrenar propulsor en Spa y supuestamente tampoco podrá completar la temporada sin penalizar.

Si lo llega a planificar, a Toto Wolff no le hubieran salido mejor las cosas. De ahí la cólera de Horner: Lewis se fue de rositas en Silverstone y Bottas, prácticamente lo mismo ya que en Spa se puede remontar.

Y está el coste. 1.500.000 euros el incidente de Verstappen en Silverstone. El de Hungría también pasará su factura: pontón, fondo plano, bargeboards, etc, más de un 30% de carga aerodinámica perdida… –por eso no podía remontar– no menos de 200.000 euros, tirando por lo bajo y hay que sumar el coste del accidente de Pérez, que pudiera superar los 400.000 euros con facilidad.

Dinero que puede pesar mucho en el presupuesto del equipo por aquello del techo presupuestario… a no ser que haya un seguro de por medio.

Mientras, en Japón, estudiarán de forma atenta el propulsor que Verstappen descartó para la carrera y el que Pérez parece que ha arruinado. Deben elegir muy bien el momento en el que estrenar el cuarto propulsor, si ello se convierte en necesario: deben hacerlo en una pista en la que sea fácil adelantar y en ese sentido tanto Spa como Monza, los dos próximos Grandes Premios, parecen los más apropiados. Y, sobre todo, deben hacer el cálculo teniendo en cuenta que el calendario puede mutar, acortarse incluso, en la segunda parte de la temporada.

Las vacaciones de Toto y Christian no serán como las que habían planeado. Wolff podrá irse tranquilo a relajarse. Horner le estará dando vueltas al coco y se estará haciendo preguntas de cómo invertir la dinámica que el destino ha tornado en adversa. En otras palabras, justo al revés de lo que pensaban hace 15 días.

Uno se tomará un par de Red Bull para esas noches que serán de insomnio y que no querrá pasar bajo el espectacular cielo veraniego… porque acostumbra a estar plagado de estrellas… que le recordarán tanto a sus rivales como a sus coches estrellados.

O si lo prefieren serán como dos estudiantes. Uno que durante el curso fue mediocre pero que al final acabó aprobando todas las asignaturas. Y otro, brillante durante el curso… pero que en el examen tuvo un lapsus y le han quedado asignaturas pendientes.