El día que el Tribunal de Apelación 'perdonó' a Fernando Alonso

Esta posibilidad alarmó poderosamente a Rita Barberá, la alcaldesa de la ciudad, ante la perspectiva de quedarse sin el ídolo local en la parrilla, lo que podría representar un grave fiasco económico… en una prueba que ya de por sí era deficitaria.

En realidad el sancionado no era Fernando Alonso, sino su equipo, Renault. Los comisarios del Gran Premio de Hungría –26 de julio de 2009– impusieron al equipo francés una carrera de sanción, a cumplir en la siguiente prueba, la carrera valenciana, por una importante infracción en materia de seguridad que hizo que el monoplaza de Fernando perdiera una rueda en la prueba magyar.

Rita llegó a pedir que en caso de mantenerse la sanción, ésta se cumpliera en otra carrera. Afortunadamente el lunes de la misma semana de la prueba el Tribunal de Apelación 'conmutó' la pena por una sanción de 42.000 euros y advertencia de suspensión en caso de reincidencia.

En la prueba húngara Renault cometió un fallo imperdonable en la parada en boxes para cambiar las ruedas a Fernando. Un mecánico olvidó o no consiguió colocar adecuadamente el dispositivo de retención del dado que sujeta la rueda.

Pese a ser consciente del fallo –según los comisarios– Renault no tomó medidas para que el coche volviera a boxes, ni siquiera informó al piloto para que tomara las debidas precauciones o se parara. Alonso notó algo raro, dijo por radio que creía que había pinchado. En la curva 5 perdió la tuerca –que podría haber originado un accidente grave si por alguna circunstancia salía volando y golpeaba a un piloto–. Cuatro curvas después, Alonso perdía una rueda… y llegaba a boxes penosamente para colocar una nueva y proseguir la carrera.

El presidente de los comisarios deportivos que impuso la sanción era Mohammed ben Sulayem, que ahora aspira a suceder a Jean Todt como presidente de la FIA, piloto de rallies –campeón del mundo de grupo N–… y que hacía apenas tres meses –el 9 de abril– había sufrido un espectacular accidente en el circuito de Dubái al volante de un Renault R28 de F1 en el curso de una exhibición.

Hasta su incidente Fernando era líder en Hungría, tras haber arrancado en Pole Position. Entró en la vuelta 12, el primero de cabeza en hacerlo y cedió el liderato a Lewis Hamilton. El incidente le hizo entrar en boxes y quedar muy retrasado, para abandonar tres vueltas después, en el giro 17, por un problema de alimentación de combustible.

La sanción, que debía dejar sin correr a Fernando y también a Nelson Piquet Jr., puede parecer desproporcionada. Pero hay que tener en cuenta que los comisarios estaban conmocionados por el accidente de Felipe Massa el sábado cuando recibió un golpe en la cabeza, a la altura del ojo izquierdo, por una pieza desprendida aparentemente del coche de Rubens Barrichello, un muelle, que pudo tener gravísimas consecuencias. De hecho, el domingo parecía que había pasado lo peor, pero todavía no estaba seguro de si el brasileño podría conservar la visión del ojo y mucho menos si podría volver a correr. Y la semana anterior, Henry Surtees, hijo de John Surtees, había fallecido al recibir un golpe en la cabeza por una rueda desprendida de un monoplaza en una carrera de la Fórmula 2 británica.

Aquel GP de Hungría tuvo otras connotaciones. Por ejemplo, el debut de Jaime Alguersuari en F1, 'dejado caer sin paracaídas' por Red Bull en el volante de Toro Rosso que hasta entonces era de Sébastien Bourdais.

Renault se movió. Flavio Briatore, gran amigo de Bernie, se movió. Y Rita Barberá y Francisco Camps, grandes amigos de Bernie –Ecclestone visitaba con asiduidad Valencia, estaba encantado con la ciudad y mantenía gran relación con ambas autoridades, hasta el punto que antes de que fuera oficial la entrada en el calendario de la prueba llegó a decir que la F1 vendría a Valencia si Camps era reelegido presidente–.

Había más de 25 días por delante, ya que Valencia era el 23 de agosto, y se aprovecharon: Renault, para negociar; Kimi Räikkönen para correr el 1.000 Lagos… y Ferrari para hacer test con Michael Schumacher como posible sustituto de Barrichello en el resto de temporada, mientras todos firmaban el nuevo Pacto de la Concordia y la FIA para pensar en una protección para la cabeza del piloto: se habló de cúpulas… pero al final ha sido el halo, aunque transcurriría casi una década hasta que llegó.

El lunes 17 de agosto, el Tribunal de Apelación rebajó la pena impuesta. Dejó sin efecto el GP de suspensión y aumentó la cuantía de la multa. Hizo caso al argumento de Renault de que fue algo fortuito, que el equipo desconocía y que sólo los dos mecánicos que cambiaron la rueda sabían.

En Valencia respiraron profundamente: el interés por el GP estaba salvado… aunque lamentaron que finalmente Michael Schumacher no se hubiera sentido preparado para competir –lo anunció el jueves 12 de agosto–, secuelas de una caída en moto en la que se fracturó la base del cráneo en febrero. 'Schumi' había estado corriendo el campeonato alemán de Superbikes en 2008.

En ese GP de Europa ganó Rubens Barrichello con Brawn; Fernando acabó en sexta posición; Luca Badoer fue preferido con respecto a Marc Gené para sustituir a Massa y Romain Grosjean se subió al segundo Renault en lugar de Nelson Piquet… sin imaginarlo, Flavio abría la puerta del escándalo del 'crashgate' de Singapur 2008.