Los veteranos de los equipos superan a los fichajes

Quizás estos 'rookies' –Vettel, Sainz, Pérez, Ricciardo y también Alonso, aunque su caso no sea el de un piloto que cambia de equipo sino de un retorno– pagaron caro la minipretemporada, un tiempo de adaptación necesario que algunos equipos han intentando paliar ofreciendo sesiones de rodaje con el coche de hace un par de temporadas. Puede que sea mejor que nada, pero no es lo mismo.

No todos los casos son iguales. Las situaciones son muy diferentes y cada uno precisa de un análisis específico.

Se esperaba que Carlos Sainz tuviera complicado superar a Charles Leclerc, que el año pasado –por renuncia de Sebastian Vettel– se convirtió en número uno del equipo. En modo alguno, en Aston Martin pensaron que Sebastian Vettel fuera humillado por Lance Stroll. En Red Bull podían esperar que Sergio Pérez estuviera cerca de Max Verstappen y las críticas de la viperina lengua del Dr. Marko se han cebado con el mexicano. En McLaren pensaban que Daniel Ricciardo podría estar por delante de Lando Norris y en Alpine estaban convencidos, cuando se hicieron con los servicios de Fernando Aloso, que el asturiano estaría por delante de Esteban Ocon.

PÉREZ DEBE ACEPTAR SU LUGAR Y SU MISIÓN

La cólera de Marko con Pérez es comprensible. Lo ficharon no para que fuera campeón –para eso ya tienen a Verstappen–, sino para que aportara los puntos necesarios para que los austríacos recuperaran el título de constructores. Pero el mexicano, por primera vez con un coche ganador en casi todos los circuitos, siempre de podio, parece que quiere quemar etapas y buscar el título. Si en Baréin brilló con su remontada –por otra parte previsible–, tras salir en primera línea en Imola, se dejó sorprender en la arrancada... pero lo peor fue poco después de la resalida, cuando se salió mientras iba en cuarta posición y tenía posibilidades de superar a Lando Norris.

Por aquel entonces Valtteri Bottas estaba fuera. Red Bull tenía la ocasión de tomar la delantera en el Campeonato de Constructores e incluso de labrarse una pequeña ventaja sobre Mercedes. Sergio arruinó esta posibilidad al no aportar ningún punto.

ALONSO: DOS AÑOS SIN F1 ES MUCHO TIEMPO

Aparentemente Fernando Alonso estuvo en el ritmo de Esteban Ocon. Acabó a rueda de su compañero, a menos de un segundo. Es cierto: tras la resalida y también antes los tiempos de ambos fueron similares, pero Alonso 'falló' en la clasificación, salió mal… y Ocon, tras un error inicial que le dejó tras el asturiano, le superó de forma espectacular. Y volvió ha hacerlo tras la resalida. De ahí que Alonso declarara que aún le falta, espera que entre Imola y Barcelona acabe de recuperar el ritmo.

Los dos años de Fernando fuera de la Fórmula 1 están pasando factura, sobre todo porque las esperanzas puestas en su retorno eran altas. Y si encima el coche es menos competitivo que el Renault del año pasado, las cosas se complican.

SAINZ NO ESTÁ LEJOS DE LECLERC

Para Carlos Sainz, la clasificación sigue siendo lo que le pone más problemas. Pero esta vez hizo una salida soberbia, que recordó a las de su tiempo en Woking y cometió un error. "Vas demasiado rápido", le dijo su ingeniero. Pero su ritmo fue igual –incluso por momentos mejor– que el de Leclerc. En este sentido, en Ferrari pueden sentirse satisfechos con el madrileño.

Carlos debe mejorar un poco, sobre todo en el giro seco de clasificación. Ferrari no es un lugar donde el recién llegado se le den los '100 días de gracia'. Ya lo sabe y seguro que pone remedio muy pronto.

VETTEL, DE NO PODER CON LECLERC A LA FRUSTRACIÓN DE ESTAR TRAS STROLL

En el caso de Sebastian Vettel, el cuatro veces campeón del mundo parece tan perdido como lo estuvo el pasado año en Ferrari. Se esperaba que un entorno más tranquilo, sin la presión de los rojos y de un Leclerc en alza, le beneficiara, pero no ha podido estar a la altura de Stroll en ninguno de los dos Grandes Premios.

Ello indica dos cosas: Stroll es bastante mejor –como hemos dicho– de lo que muchos piensan, de esa etiqueta que le han colgado de 'niño de papá' y, sobre todo, que quizás Vettel necesita un reinicio completo y que ese año sabático que le 'recetaba' el Dr. Marko quizás hubiera tenido efecto balsámico.

Si Vettel pensaba que en Aston Martin estaría a salvo de presión, que la liberación del 'infierno rojo' se notaría favorablemente en su pie derecho, en estas dos carreras se ha echado encima todavía más presión. Y ahora llegan las urgencias. Sebastian es ahora un piloto que está entre la espada y la pared.

DANIEL RICCIARDO

Daniel Ricciardo se las prometía muy felices al abandonar Renault, hoy Alpine. Confiesa que dejar Red Bull por los franceses fue un error, posiblemente inducido porque sabía que Marko quería apostar descaradamente por Verstappen. Se esperaba que su desembarco en McLaren, equipo en franca curva ascendente, pudiera devolverle a la senda de podios y victorias.

Y allí se encontró con otro risueño y bromista, Lando. Pero el británico, desembarazado de Carlos Sainz, no estaba dispuesto a serguir la estela de nadie y ha sabido aprovechar su identificación con el equipo. ¿Resultado? Por el momento Daniel no está en el ritmo de Lando; éste le superó en la pista y aunque durante unas vueltas Ricciardo mantuvo el ritmo, a partir del giro 17 ya no pudo estar en los cronos de su compañero, para acabar lejos. Al sonriente australiano le urge también dar un paso al frente.

En resumen, a Sainz le hace falta un pasito para estar a la altura de Leclerc. Alonso necesita más kilómetros para parecer al Fernando que todos quisieran –él, el primero– reencontrar. Ricciardo tendrá que trabajar más. Y para Vettel, el problema es mayor que para cualquiera de los otros cuatro. En cuanto a Pérez, debe calmarse y aceptar que Max es el líder; si éste es el caso lo veremos de forma regular en el podio.