Más que el motor de 2026, lo que importa es la fuente de energía

Pero, en realidad, tanto el representante de Mercedes como el de Renault plantean otra cuestión fundamental: ¿qué forma o qué tipo de energía convendría utilizar? Todo ello teniendo en cuenta que hablamos de 2026, a menos de una década de cuando comenzará la prohibición de los motores térmicos en algunos países.

Dado que la vía del monoplaza eléctrico puro parece poco probable en la actualidad –no por interés comercial, sino por la existencia de la Fórmula E, a la que la FIA le prometió exclusividad– sólo parecen interesante el hidrógeno y la vía del combustible que sea neutro en dióxido de carbono, ya sea bio o sintético.

La FIA y Liberty saben perfectamente que captar nuevas marcas motoristas para la Fórmula 1 pasa por la apuesta por fuentes de energías limpias y sostenibles. Precisamente el Grupo Volkswagen ha dejado caer la insinuación de que podría estar interesado si se alcanza la neutralidad de CO2.

Abiteboul sugiera la vía del hidrógeno. Es una alternativa que está tomando fuerza entre los fabricantes. La tecnología de pila de combustible no sólo es limpia, sino que presenta un creciente interés entre los fabricantes como alternativa a los eléctricos por batería. No es sólo cuestión de peso y volumen, sino de la fabricación y reciclado de las baterías y los problemas que representa que algunos de los materiales necesarios –litio, tierras raras, cobalto, etc– son escasos o se obtienen en países geopolíticamente poco estables para el mundo occidental.

De ahí que en Europa se esté volviendo a recuperar el interés por las pilas de combustibles. Es algo que el ACO ya ha notado y ya ha anunciado una futura reglamentación –para 2025 o 2026– que acogerá precisamente este tipo de motores.

Hay que ver si se estas pilas pueden suficientemente pequeñas, para estar en el monoplaza y sobre todo si el depósito que se necesita para contener el hidrógeno líquido puede ser ubicado de una forma segura. Es cierto que eso también sucederá con los coches de Le Mans –pero la carrocería cerrada de los sports-car ofrece mayores posibilidades de protección–. Pero los ingenieros están convencidos de que pueden resolver el problema.

Abiteboul quisiera que los equipos trabajen conjuntamente en eso. "Hace apenas un par de años el hidrógeno parecía casi descartado. Y hoy suscita cada vez más interés. ¿Será adecuado para la Fórmula 1? Hay nuevas tecnologías y el mundo del automóvil está lleno de dudas".