El enigma Stroll plantea algunas preguntas

Lance Stroll dio negativo en un primer test, viajó a Nürburgring y allí se sintió mal y no corrió. Parece que en Racing Point no estimaron que fuera por covid-19 –quizás pensando en el test negativo– pese a la fiebre, el cansancio y descomposición. En un test nuevo, tras haber regresado a casa, dio positivo y ahora un nuevo test negativo le permitirá correr en Portimao apenas diez días después de haber dado positivo.

Es cierto que ha habido positivos entre los miembros del paddock, pero los dos únicos pilotos que han resultado infectados han sido Sergio Pérez y Lance Stroll, aunque el primero fue claro –viajó a México y dio positivo en el test previo a la primera carrera de Silverstone– y el segundo haya sido tan extraño.

Hay una pregunta que surge inmediatamente: ¿Es suficiente con dar negativo cinco días antes o debería hacerse algún otro tipo de test –o la repetición del mismo– en el momento de entrar en el paddock? Lo que tuvo Stroll, ¿fue realmente covid-19 o algo que en un momento dado pudo dar positivo? Lo decimos porque el piloto ha admitido que ya en Rusia no se sentía bien, pero dio negativo durante una semana más.

Hay una cosa que parece clara: el periodo de incubación de la covid-19 es variable, entre dos y 14 días, así que Stroll pudo contagiarse entre el test previo a Nurbunrgring –el martes– y el ingreso en el paddock –el jueves– y si eso es así, la posibilidad de que se repita un hecho similar no puede descartarse.

Pero hay otro hecho que tiene importancia. ¿Qué pasaría si Lance hubiera sido asintomático? Habría hecho vida normal en Nürburgring, incluso corrido, con la posibilidad de infectar a su entorno más cercano como mínimo. Es más, ¿pudo algún miembro de su entorno quedar infectado antes del viernes?

Es posible que ni la FIA ni el equipo, ni siquiera los médicos, tengan respuesta a eso. Todavía hay muchas cosas de la covid-19 que nos sorprenden… incluso este rebrote que sufre buena parte de Europa y, sobre todo, la posibilidad de reinfecciones no tienen todavía una explicación clara.

La pregunta que está en el aire es: ¿es suficiente el protocolo actual de la FIA? ¿debe actualizarse? ¿Deben endurecerse las normas y aumentar la frecuencia de los análisis?

De momento, el silencio lo envuelve todo, pero es evidente que algo hay que hacer. Al menos dar alguna explicación. Si se siguió el protocolo, es evidente que estamos ante un factor nuevo no previsto o previsible. Pero hay que evitar que vuelva a producirse.