Stroll, Aston Martin y el 'efecto mariposa' fuera de la F1

Quizás, en prevision, Red Bull ha tomado la decisión de 'rebautizar' a Toro Rosso como Alpha Tauri, su marca de ropa deportiva, para redistribuir su aportación, centrar la marca de bebidas energéticas en el equipo madre, cubrir el hueco que dejará Aston Martin con los fondos que daba a Toro Rosso y financiar a éste desde otra faceta del coloso austriaco-tailandés.

En el pasado Aston Martin había dicho muchas veces que estaba interesada en la F1, tanto que cuando Red Bull y Renault andaban a la greña, muchos nos preguntamos si Aston Martin podría ser el motorista 'tapado' de Red Bull. Pero siempre sostuvimos que no veíamos a la firma de Gaydon con músculo financiero y técnico suficiente para afrontar el desafío de estar en la F1 presente más allá del rol de patrocinador que tenía con el equipo austríaco. Su producción era insuficiente, sus resultados financieros no daban para permitirse esa alegría e incluso para algunos de sus últimos modelos, debió contar con la ayuda de Mercedes AMG para las motorizaciones o de Cosworth, en el caso del Valkyrie, lo que hacía imposible afrontar construir un motor de F1, salvo si lo encargaba a Cosworth.

En su momento, no hace muchos días, dijimos que la entrada de Stroll en Aston Martin tendría consecuencias en la F1 y en el WEC, pero asimismo las tendrá en otras categorías, como los GT y el DTM, por ejemplo.

En estas circunstancias, se comprende que Aston Martin replantee toda su política deportiva. El adiós al DTM es un hecho y el anunciado futuro en el WEC, una incógnita.

La marcha de Aston Martin del DTM pone a la categoría que rige ahora Gerhard Berger en un aprieto, tanto que HWA ha pedido al DTM que los Aston del año pasado sigan en el Campeonato para no quedarse con sólo 12 coches en parrilla, ya que por el momento Aston declina cualquier forma de seguir en el DTM, donde en el mejor de los casos sería mero figurante o relleno en la parrilla.

Se da aquí otra situación curiosa: el Valkyrie de Aston Martin ha sido diseñado por Red Bull, pero sobrevivirá a la ruptura porque el Valkyrie es un proyecto ya concluido y los ejemplares previstos están comprometidos, pero el tema de alinearlo en el WEC bajo las reglas de hypercar queda ahora en el aire, por costo, por necesidad de desarrollo de la versión de competición… cuando Racing Point, el que será futuro equipo de F1 Aston Martin, acaba de firmar un contrato con Gordon Murray para el desarrollo tecnológico-industrial del Murray T50, que también quiere estar en el WEC.

Luego está el programa de los GT, donde habrá que tomar una decisión. Los actuales Vantage GT3 parecen superados en algunos de los grandes campeonatos y está por ver si el Valhalla de motor central ve la luz para tomar el relevo, en un paso similar al que Corvette ha dado al cambiar el ZR8 por el ZR9. Pero el programa GT es un programa básicamente de clientes, es decir puede rentabilizarse por sí solo, así que en este caso apostamos por la continuidad.

Queda por resolver la motorización de Aston Martin en F1. El recurso a Mercedes parece casi obligado. Quizás de las conversaciones de Stroll y Wolff sobre el particular, nacieran los rumores de que la pareja iba a adquirir el equipo Mercedes, cosa por el momento negada por el propio Ola Källenius.

Es decir, un cambio de accionista de un patrocinador de F1, que ese era el rol de Aston Martin, está provocando un serio replanteamiento, terremoto casi, en las categorías más altas de la competición. Es el 'efecto mariposa', la teoría que dice que el batir de las alas de una mariposa en China provoca huracanes en el Atlántico.