Hamilton y Wolff, ¿la pareja que salvará a Ferrari?

De hecho, lo que ha propuesto o insunuado Eddie Jordan –en mi opinión, es más lo que él piensa que debería hacer Ferrari que un rumor fundado– no parece nada descabellado.

Me recuerda mucho a un 'déjà vu', cuando Giovanni Agnelli fichó a Michael Schumacher. El día de la presentación del alemán, Agnelli dijo a todo el equipo: "Os he dado todo lo que me habéis pedido y ahora os traigo la última pieza, el mejor piloto del mundo. ¡Ya no tenéis excusas!".

Es como si John Elkann –que ya ha hablado con Lewis– quisiera emular a su abuelo. Algo que Louis Camilleri, el actual director ejecutivo de Ferrari, también vivió directamente porque ya era el responsable de Marlboro, patrocinador principal del equipo.

En aquellos tiempos, Jean Todt estaba al frente de Ferrari en lo que a Fórmula 1 se refiere. Todt fue a buscar a Michael y éste le impuso unas duras condiciones: aterrizar con su equipo y plenos poderes. Fue así; con Ross Brawn y Rory Byrne, que llegaron e impusieron disciplina inglesa ante las tradicionales luchas internas o intrigas palaciegas de Maranello.

Hamilton quiere a Toto Wolff a su lado. Sabe que Wolff impondrá una organización piramidal en lugar de la matricial, que fue en su momento uno de los males de McLaren o del politiqueo que parece imperar en Ferrari y, sobre todo, que Toto es un conductor de hombres. 

No sé si la hipotética operación incluye el retorno a Maranello de personajes como James Allison o Aldo Costa, que dejaron a los rojos para recalar en Brackley, donde han triunfado. Tendría su coña.

De esta operación hay algo que me preocupa. ¿Significa esto que Mercedes está decidida a abandonar la Fórmula 1 en 2021? Hemos escrito tres capítulos sobre dicha posibilidad. El problema para la Fórmula 1 sería mortal, no tanto por la pérdida de un equipo –aunque el hecho de que sea el campeón es siempre grave–, sino la pérdida del motorista.

Todo porque no olvido que Toto Wolff es –recuérdalo porque es clave-– copropietario del equipo Mercedes de Fórmula 1. Tiene un 30% de las acciones del equipo –no de los motores– y su marcha del mismo puede tener consecuencias serias.

Y hay un detalle que puede ser importante: Ferrari ya ha dicho que vetará –y la FIA y Liberty le han concedido este derecho– la presencia de Wolff en el organigrama de Liberty Media. No sé si a Toto le habrá hecho mucha gracia, pese a que haya declarado que no le interesa saltar al otro lado de la barrera.

En cualquier caso, el movimiento de Toto –si de verdad es factible– debería conocerse ya. El periodo sabático que debería cumplir Wolff para pasar a un competidor directo de Mercedes debería ser muy largo… a no ser que la flecha de plata renuncie.

Pero en el mundo de la Fórmula 1 cosas más raras se han visto. Cuando de ganar se trata, todo vale. Unos se tragan el orgullo y otros olvidan agravios. La victoria justifica los medios y ya lo decían los antiguos estrategas: si no puedes con un enemigo, alíate con él.