Triunfó la revolución Leclerc, Vettel ha caído

¿Cómo es capaz de dominar y controlar la presión con su edad? Recuerdo que, cuando Fernando Alonso ganó en Monza con Ferrari en el año 2010, me confesó que había sido una de las victorias más importantes de su vida por lo que significaba y, sobre todo, por la presión que tuvo que soportar los días previos. Él ganó y se liberó de esa presión. Pero esa misma presión que soportó un bicampeón del mundo la llevó ayer Charles Leclerc a sus espaldas, y ni se inmutó.

Fue el más rápido durante todo el fin de semana, hizo la pole y luego la defendió. Y esa no es tarea fácil, porque la presión inhumana de los 'Tifosi', los nueve años de sequía de Ferrari en Monza y los 600 metros sin rebufos hasta la primera frenada generan una atmósfera que debe hacer temblar las piernas a un piloto joven. Pero no ocurrió.

Su gestión de la salida fue perfecta, luego se quedó solo ante el peligro y, tras las paradas, tuvo que defenderse con el neumático duro de un pentacampeón del mundo que venía con el neumático medio. Y aguantó. Y cuando Hamilton atacó, él sacó los codos, quizá con demasiada virulencia, pero como consecuencia de lo que aprendió en el pasado Gran Premio de Austria.

Hamilton se marchó a la hierba, y Leclerc fue amonestado con la bandera blanca y negra, una especie de 'tarjeta amarilla' que añadió aún más presión a Leclerc, pero no cometió errores. Si acaso uno en la primera chicane, pero supo solventarlo. Hamilton persiguió tanto tiempo a Leclerc que destrozó sus neumáticos y acabó cometiendo un error. Es decir, Leclerc consiguió que un pentacampeón y absoluto fuera de serie como Hamilton fallara.

Es fue el fin de la historia, porque luego llegó Bottas, pero no fue capaz de dominar el coche rodando tan cerca de Leclerc. En realidad, el finlandés nunca puso en peligro la victoria del monegasco, que cruzó como líder la meta por segunda vez consecutiva después de Spa y, obviamente, por primera vez en Monza.

Estoy convencido de que esta ha sido la mejor carrera de su vida, una confirmación de su talento para ir rápido y gestionar la presión. Leclerc por fin pudo celebrar como un loco la victoria, y nos emocionó ver la devoción de los Ferraristas hacia Leclerc en ese espectacular podio de Monza.

© Sutton Images

¿Y Vettel? Dos poles consecutivas de Leclerc y siete clasificaciones seguidas en las que es más lento que el monegasco. Por detrás en el marcador de los sábados y también en el de los domingos, porque Charles ha ganado dos carreras. Leclerc está haciendo todo lo que se esperaba de Sebastian Vettel, un cuatro veces campeón del mundo; y Vettel está haciendo todo lo que se espera de un piloto novato, nervioso y presionado.

Ayer cometió un nuevo error de conducción, primero con el trompo y segundo con su reincorporación a pista, una maniobra peligrosa en la que se llevó por delante a Lance Stroll y por la que recibió una sanción que acabó dilapidando su domingo.

Tras la carrera llegó la celebración por parte de los Ferraristas en las gradas y del equipo en los boxes, y Sebastian fue el último en llegar, de alguna forma empujado por Binotto. Lo hizo con la cara muy desencajada, porque sabía que el protagonista era Leclerc, y que él no había contribuido de ninguna forma a esa fiesta.

No hay telemetría ni artilugio que pueda medir la presión y decepción que puede sentir un hombre, pero la cara lo decía todo. Me llamaron mucho la atención las palmaditas en la espalda que le dieron los mecánicos, lo hicieron con su mejor intención, pero son esas palmadas de consuelo que recibes cuando has cometido un error grave, y que sientan como auténticas puñaladas. La situación fue muy complicada para él y, de hecho, hizo mutis por el foro y despareció al poco de asomarse por la celebración grupal.

© Sutton Images

¿Y a partir de ahora qué? Porque esto es la revolución Leclerc y no va a parar. Vettel es un rey derrocado, él sabe que Leclerc aprende muy rápido y ya le está destrozando. Hoy por hoy, el monegasco ha demostrado que es mucho mejor que Vettel, el año que viene será igual, y yo me pregunto si el alemán se plantea seguir sabiendo que no va a poder derrotar a su compañero.

¿Quiere Sebastian Vettel prolongar esta penitencia? No lo sé, pero no me extrañaría nada que decidiera dar un paso al lado y salir de ahí, porque es muy duro y va a seguir siendo muy duro. La otra cuestión es ¿dónde se va Vettel? Tendremos que verlo con el tiempo.

Por lo demás, Ferrari cumplió con las expectativas en estas dos carreras y ha ganado siendo el equipo favorito, pero Mercedes también ha conseguido salvar los muebles en ambos fines de semana. Ahora viene un territorio donde serán más fuertes y es posible que esa superioridad de Ferrari quede en nada.

De la carrera me quedo también con la actuación de los Renault, que metió a sus dos coches en el top cinco por primera vez desde el GP de Japón de 2008, cuando Fernando Alonso ganó y Nelsinho Piquet cruzó cuarto la meta del circuito de Fuji. Ahora tenemos que ver si esta buena carrera tiene continuidad en las siguientes citas, porque llevamos una temporada bastante gris por parte del equipo de Enstone.

También quiero destacar el papel de Alex Albon, quien creo está haciendo lo que se esperaba de él. Dos sextas posiciones consecutivas en sus dos primeras carreras con Red Bull pese a las sanciones y los duelos perdidos -entre ellos uno con Carlos Sainz-. Giovinazzi es otro piloto que merece un lugar de honor: salvó los muebles de Alfa Romeo después de la pifia descomunal del equipo, que confundió los neumáticos de salida de Kimi Räikkönen.

© Sutton Images

Y cerramos con McLaren y su desastrosa parada en boxes, en la que dejaron sin apretar una rueda en el coche de Carlos Sainz. No obstante, tenemos que ver exactamente qué pasó, porque Carlos nos comentó que ocurrieron más cosas de las que se mostraron en televisión. Debió de fallar algún sistema, pero el resultado fue el de siempre: rueda suelta, abandono y, en esta ocasión, una sexta posición y unos puntos muy valiosos para McLaren a la basura.

Próxima estación, Gran Premio de Singapur. Será interesante, es un circuito completamente opuesto a Monza y Spa y allí tendremos un nuevo cambio de favoritos para la victoria.