Ferrari es favorita en Monza... o eso parece

En Mercedes han sonado las alarmas. Toto Wolff dice que poco hay que hacer y Lewis Hamilton presionaba a los ingenieros para encontrasen algo en aerodinámica que les permita al menos estar en contacto con los rojos en Monza.

Los números de Spa no engañan. En la zona rápida, el primer sector, los Ferrari sacaban siete décimas claras a los Mercedes. Y estos lo recuperaban en el sinuoso –aunque no por ello menos rápido– segundo sector. Finalmente, en el tercer sector, los Ferrari volvían a ser unas tres décimas más veloces.

Y el problema en Monza es claro. ¡No hay sector virado donde amortiguar la mayor velocidad de los Ferrari! Está claro que en Maranello y en Brackley tomaron direcciones opuestas. En Ferrari primaron la resistencia al aire y en Brackley, la carga aerodinámica, con el agravante de que en Italia quizás se pasaron de frenada en el primer aspecto y en Gran Bretaña, los de la estrella fueron algo más equilibrados.

Me recuerda cuando algunos se sorprendían de los éxitos de Red Bull-Renault pese a que no eran veloces, aunque sí muy rápidos. Recuerdo que Adrian Newey justificó entonces su elección en clave de título. "Hemos estudiado el conjunto de los circuitos. Sacrificamos posibilidades en un par de ellos, pero en el conjunto de temporada somos más eficaces".

Con los medios de simulación actuales no es complicado –aunque puede ser largo y tedioso– probar una determinada configuración en todos los circuitos en busca del equilibrio más adecuado. Y si tienes a tu disposición inteligencia artificial para analizar los billones de datos acumulados durante una temporada, las cosas son de otra manera.

Ni el temor de Monza en Mercedes ni la euforia de los tifosi ante sus posibilidades en la carrera de casa están infundados. Es más, temores y esperanzas son más fundados que en ningún otro lugar. ¡No hay zona virada donde recuperar tiempo!, como sí sucedía en
Spa.

Sin embargo, pese a esta planteamiento inicial, en Ferrari tienen algunas reservas. El ritmo de carrera de Charles Leclerc fue mejor que el de los Mercedes, pero Hamilton le puso las cosas muy difíciles después. Y eso les dejó con la mosca tras la oreja. ¿Fue fruto de un modo 'orgía' del motor Ferrari, en lugar del 'fiesta' de Mercedes que sólo usan en clasificación? O bien las evidentes lagunas que ha mostrado Ferrari tienen mucho que ver.

Entre clasificación y carrera hay notables diferencias en el comportamiento de los coches. Entra en juego la degradación del neumático y el consumo. Y está claro que Ferrari tiene un problema con lo primero y Mercedes, quizás tenga alguna ventaja en lo segundo. En repetidas ocasiones Ferrari se ha quejado de Pirelli, incluso pidiendo su retorno a las especificaciones del pasado año.

Curiosamente Ferrari y Haas son los equipos que más se han quejado al respecto. Pero cabe recordar que en un cierto momento Mattia Binotto admitió que no tuvieron muy en cuenta los cambios en los neumáticos y que si lo hubieran sabido, habrían hecho algunos cambios.
Durante buena parte del año, en Ferrari se han quejado de la falta de carga aerodinámica, se llegó a pesar que de nuevo había una falta de correlación entre los datos de simulación con los de la pista. Pero, sobre todo, salió a la luz que tienen dificultades para mantener las gomas en la ventana de temperaturas adecuada, lo cual provoca una degradación más acusada, tanto si el problema es porque no alcanzan la temperatura como si se pasan de ella.

¿Han solucionado el problema? No sabría decir, pero está claro que en las zonas viradas, en cuervas de velocidad media-alta y alta, tienen algunos problemas. Y eso apunta a los bajos del coche al difusor, al fondo plano, o a que el sellado y dirección de flujo de corriente no es suficientemente eficaz.

Un detalle significativo. Ferrari ha recuperado a Simone Resta para proyectar el coche del año próximo. Hace ahora un año, Resta fue cedido a Alfa Romeo para que hiciera subir a lo que hasta entonces había sido Sauber, de nivel.

Ganar en Spa y hacerlo en Monza puede calmar los ánimos, puede salvar la cara ante los tifosi, pero puede ser un simple espejismo. La realidad parece clara: Mercedes es mucho más competitiva en el conjunto de la temporada. Y Red Bull, también… aunque los austríacos paguen cara la ausencia de un segundo piloto a la altura de sus necesidades.