¿Quién se acuerda de Ocon?

Ocon no pudo seguir en Force India con el cambio de titularidad. Lance Stroll es el hijo del patrón y para el segundo puesto se prefirió a Sergio Pérez, no está claro si por la aportación del México o porque Mercedes no tuvo excesivo interés y prefirió guardárselo como as en la recámara.

Pero los éxitos de Valtteri Bottas este año y su entendimiento con Lewis Hamilton parecen haber pospuesto una ascensión a titular de las flechas de plata que se veía para 2019 y que luego se retrasó hasta 2020, inicialmente… antes de que Bottas estallase y transformara su talento en resultados, cosa que no hizo el año pasado.

El francés, además, se ha encontrado con un rival inesperado –o quizás sí que intuido– en Charles Leclerc, por quien beben los vientos la prensa del paddock y también la afición francesa; incluso los tifosi de Ferrari claman porque Il Cavallino da más protagonismo al francés en lugar de apostar por Vettel.

Algunos podrían pensar que hoy Ocon deambula como alma en pena por el paddock. Pero Esteban no es así, se revuelve, pueden dolerle las tripas… pero en lugar de lamentarse, trabaja. Sigue las carreras un Gran Premio al lado de Toto Wolff en el muro de boxes; otro, con los estrategas. O, como ayer, está en fábrica, con alguna cosa de relaciones públicas, pero presto a saltar al simulador si se necesitan sus servicios.

Aprende para ser mejor y para abrise puertas cara a 2020 en otro equipo, que no será Mercedes porque no tiene sitio. Lo ha dicho Toto, equipo ganador no se cambia. Un Toto que es, a la vez, representante de Bottas y de Ocon. "Tras cuatro dobletes no hay ninguna razón para imaginar un cambio a breve plazo, para apostar por una pareja nueva", dijo Toto.

De hecho, Esteban negoció para seguir con Force India, intentó acercarse a McLaren y parecía que iba a ser la apuesta francesa de Renault. Pero en los tres casos se encontró con la puerta en las narices "porque algunos no tuvieron las pelotas de mantener lo que había dicho", según Wolff.

Es la cara cruel de la Fórmula 1. El caso de Esteban no es ni el primero ni el último. Carlos Sainz lo sabe muy bien con el fichaje relámpago de Daniel Ricciardo por parte de Renault que le llevó a McLaren, aunque también es verdad que ya negociaba con los papaya.

El descenso de Daniil Kyvat a los infiernos para ascender a Verstappen a Red Bull. O los ceses de Jaime Alguersuari y Sébastien Buemi para propiciar el acceso. Esto, por citar algunos de los más recientes. Y en la mayor parte de estos casos, los protagonistas sacrificados todavía se preguntan el porqué.