Alonso iguala en Singapur los 308 Grandes Premios de Schumacher

Alonso igualará el número de presencias en Grandes Premios de Michael Schumacher. Tendrá muy a tiro las 310 de Jenson Button, que caerán antes de que termine el año. Las 326 de Rubens Barrichello serán inalcanzable. Cuando Alonso diga adiós a la Fórmula 1 al final de esta temporada, tendrá 314 carreras. El segundo de la historia. Su marcha lo convierte en un récord imposible, salvo un hipotético retorno en 2020 o 2021.

Hemos dicho presencias. Las cifras varían ligeramente en las carreras disputadas, es decir, en aquellas en las que realmente el piloto tomó la salida. Sin no-clasificaciones, accidentes, exclusiones o abandonos antes de que el semáforo se pusiera verde. Si seguimos esa métrica, el de Singapur sería el Gran Premio número 306 para quedarse a uno de los 307 de Schumacher.

Es algo que ya pusimos de manifiesto cuando se celebró el GP de Canadá, el 300. Un detalle que no deja de ser anecdótico, en el fondo.

Alonso está en su 17ª temporada de Fórmula 1, las mismas que Ricciardo Patrese. Sólo Barrichello y Schumacher –19–, Hill y Button –18– han estado más años en el deporte, y eso que en sus inicios dijo que no se veía corriendo más de 10 temporadas, como por entonces llevaba Michael.

En realidad, el asturiano estaría en su 18º curso si recordamos que en 2002 no corrió porque Flavio Briatore no quiso que pasase otro año en Minardi por temor a 'quemarlo'. Prefirió que completase su formación con más de 40.000 kilómetros de pruebas por cuenta de Renault, cuando los test no estaban limitados como ocurrió más tarde, cuando fueron prácticamente prohibidos.

Sus números son espectaculares: dos títulos –2005 y 2006–, tres subcampeonatos –2010, 2012, 2013–, 32 victorias, 22 Poles, 23 vueltas rápidas y 93 podios.
Una cifra ciertamente inferior a la que debería haber sido, no en vano es considerado uno de los mejores pilotos de todos los tiempos.

La pugna interna de McLaren en 2007 le pasó una factura durísima: dos años casi sabáticos en Renault, con una victoria en Singapur 2008 que contabiliza como tal –aunque siempre quedará empañada por el famoso 'crashgate' de Nelsinho Piquet, aunque después en Suzuka dejase claro que seguía siendo un piloto ganador– y la abstinencia total en su segunda época en McLaren. Abstinencia no ya de victorias, sino también de Poles y podios. Seis temporadas en las que la ausencia de un coche competitivo ha conseguido que entrar a una Q3 sea casi una hazaña, que equivalga más o menos a una Pole, y que un quinto o sexto en carrera equivalga a una victoria.

Sea como sea, Fernando quiere despedirse consiguiendo algún resultado relevante en este final de temporada. Una carrera como la del GP de Singapur, previsiblemente caótica, puede ser un buen momento para ello. Pero esta temporada el chasis de McLaren no parece aguantar muchas comparaciones, ni siquiera con aquellos que usan su mismo motor.