Verstappen veta a un Sainz próximo a McLaren

El entorno de Sainz ya conocía o, por lo menos, sospechaba la llegada de Ricciardo a la casa del rombo. Por eso en las últimas semanas han iniciado contactos con buena parte de los equipos de la parrilla, en busca de la mejor opción disponible.

La salida de Ricciardo activa sobre el papel un posible retorno de Carlos a Red Bull. La firma austríaca tiene una opción que no caduca hasta el 30 de septiembre, como ya revelamos en SoyMotor.com el pasado 29 de junio.

Sin embargo, es poco probable que la ejecuten. No porque duden del piloto, a quien valoran hasta el punto de concederle la marcha a Renault sólo en calidad de cedido. Los motivos son dos: la sed de venganza y Max Verstappen.

La primera se debe a la aventura de Carlos en Enstone que, en el fondo, sólo fue posible después de una ardua negociación conjunta con los motores de Red Bull y Toro Rosso que, a la postre, dejó heridas abiertas en el orgullo de Red Bull.

Y eso último es algo que sabe muy bien Verstappen, la estrella deseada por Marko, quien no desea volver a tener a Sainz por compañero. Eso facilita tremendamente su poder para ejercer veto sobre el español. Max prefiere a Pierre Gasly, un actor secundario. También podrá apoyarse en las palabras de Franz Tost, el jefe de Toro Rosso, que ya considera al francés maduro para estar en el primer equipo.

Es la preferencia de Red Bull por Verstappen lo que ha decantado la ‘huida’ de Ricciardo. Prefiere estar en Renault con un contrato inferior en términos económicos al que le ofrecía su hasta ahora escudería, antes que soportar dos años más al holandés. Más que las dudas sobre el motor Honda, el dinero o la duración del contrato, lo que ha pesado es la falta de seguridad a no quedar relegado. Ricciardo ha visto las dos caras de la moneda: cuando él causó en cierta forma el éxodo de Vettel y ahora, cuando las preferencias por Verstappen causan el suyo.

Las tensiones entre Max y Daniel eran patentes, notorias y elevadas. El Dr. Marko ha estado a punto de perder la paciencia… pese a estar curtido en ello. Pero no olvida que el año y medio en el que convivieron Verstappen y Sainz hubo notables tensiones, y ante una temporada que será de transición y en la que posiblemente habrá bastantes problemas con Honda, no desea más confrontaciones.

La situación es similar a la de Ferrari, donde se cerró la puerta a Ricciardo para no incomodar a Sebastian  Vettel, quien ya ha dicho que prefiere seguir con Kimi Räikkönen, lo que puede cerrar una puerta a Charles Leclerc. Y en Mercedes, cuando Lewis Hamilton renovó… y arrastró inmediatamente la renovación de Valtteri Bottas. 

Tal como están las cosas, los equipos quieren un primer piloto de facto y un compañero que no dé problemas, pero que a la vez asegure el relevo cuando sea necesario y acumule esas plazas de honor vitales para el título de constructores.

A la espera de la decisión de Red Bull, Carlos y su entorno acelerarán las conversaciones con McLaren. Por parte de Zak Brown ya ha quedado claro que tener dos españoles en el equipo no es un problema. Evidentemente Brown está persuadido de que el asturiano seguirá al menos un año más en Fórmula 1.

Hay otra vía que podría abrirse: la de Sauber. Depende en parte del futuro de Leclerc y Marcus Ericsson; ambos tienen como ‘padrinos’ a socios clave del equipo, Ferrari en el caso del francés y los accionistas suecos en el caso de Ericsson. En todo caso, tanto los de Hinwil como Williams serían segunda y tercera opción para Sainz.

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