Austria 1982: el día que Gordon Murray inventó el repostaje

Murray se dio cuenta de la ventaja que podía suponer parar a cambiar gomas y poner gasolina. Lo que le hizo ver la luz fue un problema de degradación de Didier Pironi en Sud-África. Didier paró y fue capaz de ir mucho más rápido con gomas blandas nuevas, lo que le permitió recuperar terreno perdido y colocarse tercero antes de romper el motor.

Murray es un defensor de los coches ligeros al más puro estilo Colin Chapman. Hizo sus cálculos. Saliendo con menos gasolina ygomas blandas, podían ganar tiempo suficiente para parar, repostar combustible y gomas, y aun así ganar la carrera… si se conseguía hacer la operación en menos de 35 segundos que tardaron los mecánicos de Pironi.

Murray quiso probarlo en el GP de Alemania. Lo tenía todo preparado, pero Nelson Piquet abandonó antes de poder ejecutar la maniobra.

Pero en Austria las cosas fueron mejor. Riccardo Patrese y Nelson Piquet pararon y pusieron la gasolina necesaria par acabar la carrera con neumáticos nuevos. Los mecánicos, entrenados para la maniobra, emplearon 14 segundos en la operación. En aquel entonces todavía no se usaban pistola rápidas ni gatos especiales, ni tampoco a tanto personal.

Pero el motor de Patrese se rompió y el de Piquet sufrió el mismo castigo. Sin embargo, todos en la Fórmula 1 habían tomado buena nota.

Murray también introdujo dos detalles importantes: enfrió la gasolina, no para que cupiera más en el depósito -porque no lo llevaba lleno-, sino para evitar el vapor look. Así mantenía el tanque de gasolina rodeado de hielo. Y también calentó las gomas por vez primera para perder menos tiempo en el cambio.

Curiosamente en 1999 los dos pilotos de Mercedes –McLaren-Mercedes entonces– Mika Hakkinen y David Coulthard, también se tocaron al iniciar el primer y eso permitió a Eddie Irvine ganar por delante de ambos, que recuperaron y  fueron 2º y 3º; Schumacher no corrió convaleciente de su accidente en Gran Bretaña.

Algunos recuerdan asimismo el espectacular accidente de Takuma Sato –Jordan– y Nick Heidfeld –Sauber– en 2002. Pocos recuerdan este incidente porque 2002 pasó a los anales como el de la ignominia, cuando Rubens Barrichello, líder, se dejó adelantar en la misma línea de meta por Michael Schumacher siguiendo órdenes de equipo. Un incidente que obligó a la FIA a tomar cartas en el asunto y prohibir las órdenes.

El accidente más espectacular y que pudo ser más grave sucedió en 1987 cuando Stefan Johansson, a plena velocidad con su McLaren, atropelló un ciervo que cruzaba la pista. Johansson explicó que iba a unos 280 kilómetros/hora cuando se encontró el animal en medio de la pista. El golpe fue violento, pero Johansson sólo con una costilla rota; su reflejo de dar un golpe de volante hizo que en lugar de arrollar al animal de pleno lo hiciera sólo con la rueda delantera izquierda que resultó arrancada. Fue en los entrenamientos libres de la mañana del viernes y las protestas de los pilotos dejaron claro que el GP de Austria estaba sentenciado; y es que la pole de Piquet fue a más de 256 kilómetros/hora, demasiado rápido para estos sustos.

Los sustos de esta edición no acabaron aquí porque en la salida hubo una melee que obligó a sacar bandera roja. Y en la segunda, otra aún más importante con 10 coches involucrados, que obligó de nuevo a parar la carrera. La tercera fue la buena… aunque gracia a que todos pudieron evitar al coche de Senna parado; posiblemente arrancaron más cautos.