Los motoristas también buscan provocar la cuarta tarjeta

En Fórmula 1 también se emplean estas tácticas, pero para soslayar la falta de fiabilidad de los motores. Dicen las teorías que un motor rápido y potente puede llegar a hacerse fiable, pero que el camino inverso resulta mucho más complicado de recorrer. El equilibrio entre los dos factores, potencia y duración es, sin duda, uno de los que más condicionan resultados.

El pasado año Honda y McLaren recurrieron a las 'penalizaciones tácticas'. Dados los problemas de fiabilidad del motor japonés, no dudaron, en la parte final de la temporada, en penalizar voluntariamente en los Grandes Premios menos favorables o en aquellos en los que tenían sanciones, para estrenar motores nuevos. 

El objetivo era claro. Utilizar un GP desfavorable para 'blanquear' motores y disponer de propulsores frescos en circuitos que, sobre el papel, les fueran mejor. Si surgía un problema, disponen de motor, u otros elementos como el turbo, prácticamente nuevos y que podían montarse sin penalizar.

La FIA ya ha corregido este punto. Sólo el último elemento de recambio utilizado podrá ser retenido para las siguientes carreras. En otras palabras, lo de estrenar varios motores, turbos, etc., para tener 'recambios homologados' ya no es posible.

La interpretación de la regla podría dejar un resquicio abierto. Por ejemplo, el motor 'original' sustituido quizás podría volver a utilizarse. Es una interpretación, no obstante, arriesgada.

Pero no sería tan arriesgado pensar en aprovechar los Grandes Premios menos favorables al coche para cambiar motor y usar cuatro o cinco en lugar de los tres previstos. De esta forma un motor tendría que durar cinco carreras, o incluso cuatro, en lugar de siete.

La ventaja es clara. Se podría aumentar la potencia del motor sin perjudicar la fiabilidad durante la carrera. Grosso modo, a mayor potencia, mayor esfuerzo y desgaste, por lo tanto menor vida útil.

Red Bull quiere presionar a Renault en esta dirección y posiblemente McLaren pueda estar de acuerdo. Posiblemente no les servirá para ganar Grandes Premios –salvo en trazados específicos– pero sí para optar a podio y, sobre todo, para dejar atrás a equipos incómodos. Para Honda también sería una solución.

Los datos recopilados en estos test y los de los últimos ensayos en bancos de pruebas serán, sin duda, desmenuzados por los ingenieros para 'simular' las diversas opciones en juego. 

El tema puede no ser baladí. Quizás no servirá de mucho para las tres o cuatro primeras posiciones del Campeonato, pero sí para dejar atrás a los clientes de Mercedes o Ferrari.

Ya se sabe, en F1 hecha la ley, hecha la trampa. O como decíamos en el cole: no está prohibido copiar, la regla sólo dice que si te pescan, te ponen un cero.

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