Entre Alonso y Honda, McLaren no duda

Un ultimátum en toda regla más a Honda que al equipo. Como el que ha dado McLaren a Honda en boca de Zak Brown, que considera inadmisible lo sucedido estos tres últimos años.

En la postura de Brown, que dice seguir instrucciones de los más altos dirigentes –accionistas- del grupo, algunos aficionados han querido ver que McLaren apuesta por Alonso antes que hacerlo por el motorista. Pero eso no debe sorprender: resulta obvio. 

McLaren y Fernando se encuentran presos del mismo problema: un motor tísico; ni fiable, ni potente y sin perspectiva de serlo a corto plazo salvo que se produzca un milagro. Presos por partida doble. Porque el equipo británico depende de encontrar un motor alternativo, como hemos dicho. Y si lo logra necesita retener a Fernando por si dispone de motor competitivo. De ahí la Operación Indy -bueno, también para seguir ilusionando a sus fans- y posiblemente otras decisiones sobre líneas de desarrollo del chasis en sintonía con los deseos del asturiano.

El piloto asturiano, por su parte, está prisionero de que McLaren  encuentre ese propulsor mágico. La alternativa para seguir en Fórmula 1 seria que se libere un asiento de primera fila… si es que en Ferrari quieren recuperarlo o en Mercedes piensan en él, extremos más que dudosos en el momento actual; Red Bull, la tercera vía, queda ya descartada por el asturiano. Renault es otra opción.

La 'debilidad' de McLaren por el asturiano parece casi obligada. Posiblemente lo mismo que lo fue hace un par de años su fichaje pese a la tormentosa relación de 2007.

Los británicos no pueden ‘despachar’ a Fernando porque no hay ningún ‘top’ disponible en el mercado. En el caso de disponer de un motor competitivo -de Honda o de otra firma- precisan un ‘top driver’, un hombre de punta, un líder, para progresar y empezar a tener resultados y luchar por podios y victorias. Un piloto capaz de compensar una diferencia de 20 caballos si dispone de un chasis adecuado.

Pero en la tesitura actual no parece que los mejores pilotos deseen saltar a McLaren. No, desde luego, si siguen con motor Honda. Y posiblemente tampoco si hay un cambio de motor decidido en agosto o septiembre, porque el 2018 quedaría hipotecado. Tienen que aferrarse al asturiano, sí o sí.

En cierta forma diríase que ni McLaren ni Fernando son dueños de su propio destino. Sus decisiones vendrán condicionadas desde fuera. McLaren ha elegido, ahora hay que convencer al electo.