Trump: dispuesto a no imponer aranceles si las marcas invierten en Estados Unidos

Trump siempre ha hecho bandera de la industria automovilística estadounidense, con un lenguaje muy duro para aquellas firmas que en las últimas décadas han cerrado fábricas que tenían en Estados Unidos para trasladarse a otros territorios.

Una de sus medidas proteccionista estrella era la imposición de aranceles en las importaciones de vehículos, a fin de promover la compra de coches manufacturados en el territorio nacional.

En mayo la Casa Blanca aprobó retrasar seis meses la introducción de un nuevo impuesto a los coches procedentes de la Unión Europea. Ese aplazamiento vence a finales de noviembre, por lo que es cuestión de semanas que entre en vigor.

Pero eso es solo la teoría, porque en los últimos meses se han sucedido las conversaciones entre todas las partes para dar con la solución que permita esquivar los aranceles. Y las últimas informaciones son halagüeñas.

Wilbur Ross, secretario de Comercio de los Estados Unidos, cree que hay margen para alcanzar un acuerdo.

"Nuestra esperanza es que las negociaciones que mantenemos con las empresas a título individual sobre sus planes de inversión darán frutos y que no será necesario introducir esta medida, ni siquiera parcialmente".

"Tenemos conversaciones muy positivas con nuestros amigos de Europa, Japón y Corea del Sur, y aquellos actores importantes en el sector automovilístico", ha dicho Ross en declaraciones recogidas por Bloomberg.

Si no es posible alcanzar un acuerdo definitivo antes de la fecha límite, Europa espera que Trump le conceda una nueva prórroga que le permita ganar tiempo para ultimar el pacto definitivo.

Europa propuso el año pasado reducir a cero los aranceles sobre los coches libres de emisiones, pero Trump rechazó esa posibilidad y la tildó de insuficiente, además de aventurarse a comparar el continente con China.