El Modo Perro de Tesla, clave en un juicio en Dublín

Un coche aparcado al sol puede convertirse en una trampa mortal para cualquiera de sus ocupantes, y es que la temperatura interior tan sólo tarda una hora en alcanzar los 47ºC en una jornada típica de verano. Y es este fundamentado estado de alerta el que ha puesto contra las cuerdas a un conductor irlandés.

Ross Hunt, un experto en inteligencia artificial, dejó su caniche en su Tesla Model S mientras acudía a una reunión de trabajo en un restaurante de Dublín. Todo iba bien, hasta que un peatón se percató de la presencia del perro y alertó a la policía y a la DSPCA, la Sociedad de Dublín para la Prevención de la Crueldad a los Animales.

De lo que no se percató esa persona es que el Model S tenía activado el conocido como Modo Perro. Esta funcionalidad acciona el aire acondicionado para mantener una temperatura estable en la cabina. La consola digital muestra un mensaje que así lo indica, a fin de hacérselo saber a cualquier ciudadano preocupado que se asome por la ventanilla.

Minutos después de que llegaran la policía y la DSPCA, el propietario salió corriendo del restaurante gritando "ése es mi coche". Hunt ha explicado en su comparecencia ante la justicia que temía que pudieran romper los cristales. Les enseñó la aplicación de su teléfono para mostrarles que el coche estaba a 20ºC, pero aun así lo acusaron.

Todo se ha resuelto en los tribunales, donde el conductor ha contado con la declaración de un miembro del servicio técnico de Tesla en Dublín, que se ha encargado de detallar el funcionamiento del Modo Perro para explicar por qué es seguro dejar a las mascotas en el interior del vehículo.

El acusado ha explicado al juez que el agente de policía rehusó sus explicaciones y que tampoco quiso comprobar en persona si la temperatura del habitáculo era de 20ºC, como así indicaba la aplicación de su teléfono.

Tras escuchar todos los argumentos, el juez falló a favor de Ross Hunt y desestimó todos los cargos.