¿Tendremos en el futuro señales que se transformen en radares?

El futuro de nuestras carreteras puede estar ligado al proyecto que han llevado a cabo unos investigadores de la Universitat Politècnica de València en colaboración con la Universidad Nacional de Tsinghua, Taiwán. Éste consiste en un sistema de comunicación entre señales de tráfico y vehículos que permite adaptar la información de las señales en tiempo real según las condiciones de la carretera. Éstas emitirán la información al interior de los vehículos, que la mostraran ya sea en el salpicadero o en los dispositivos móviles habilitados para ello. Finalmente, y para aumentar aún más la seguridad, cada una de estas señales actuará como un radar de velocidad permanente.

"Nuestro prototipo procesa los datos registrados por las señales, como densidad de tráfico o condiciones meteorológicas y, a partir de ellos, envía a los vehículos las órdenes y recomendaciones adaptadas al entorno", ha declarado Juan Carlos Cano, investigador del grupo, a la agencia Efe. Este sistema "destaca por su bajo coste, fácil instalación y escalabilidad y, ante una modificación de normativa, no será necesario cambiar las señales de tráfico, como acaba de ocurrir recientemente al limitar la velocidad máxima a 90 kilómetros/hora en vías secundarias". Para ellos, el futuro de las carreteras será éste y señalan que dentro de unos cinco años las señales ya se comunicarán directamente con el conductor a bordo, ya sea en autopista, autovía o en entornos urbanos.

Estos dispositivos no limitarán sus informaciones a los límite de velocidad. Según su colocación podrán variar sus rótulos de 'ceda el paso' a un 'stop' según las condiciones de tráfico e incluso cambiar los intervalos verde/rojo de un semáforo cercano.

Para su funcionamiento, cada señal está compuesta por un ordenador tipo Raspberry Pi, una batería y una antena, que se comunica con cualquier vehículo dentro de su radio de alcance. El flujo de información, aseguran, es bidireccional. Es decir, las señales transmiten la información al vehículo y viceversa. De esta manera se crea esa red de comunicación que permite actualizar en tiempo real la situación y el cumplimiento de las normativas de seguridad vial en las carreteras.

Hoy en día ya existen sistemas parecidos, pero mucho más limitados. Algunas señales cuentan con paneles de led configurables en cierto rango, mientras que los lectores de señales de los vehículos están basados en cámaras. El sistema propuesto estimulará un flujo de información real, directo y no sólo de señal a vehículo, sino al revés también. Ello podrá ser de gran utilidad en situaciones complicadas como el caso de niebla espesa. Los investigadores planean ahora validar sus primeros prototipos y prevén hacerlo en entornos críticos para comprobar su verdadera eficacia, como puntos negros o zonas de baja visibilidad.