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Rolls-Royce Spectre: el primer eléctrico de la marca será más caro de lo previsto

23/05/2023

El Rolls-Royce Spectre 2024 es el primer coche eléctrico de la marca. Entrega 585 caballos de potencia y tiene 520 kilómetros de autonomía, aunque estas cifras aún pueden cambiar en los próximos meses porque su desarrollo aún no ha concluido. Su precio superará los 500.000 euros, cuando inicialmente se había hablado de una horquilla de precios comprendida entre los 280.000 y los 480.000 euros. La producción arrancará en septiembre y las primeras entregas tendrán lugar durante el cuarto trimestre de este mismo año.

El Spectre 2024 carga con la responsabilidad de ser el primer modelo de producción completamente eléctrico de Rolls-Royce, si bien desde la marca se esfuerzan en recordar que su cofundador Charles Rolls ya vaticinó en 1900 que el futuro sería eléctrico. Rolls condujo un vehículo completamente eléctrico y quedó maravillado por su superioridad frente a las opciones de combustión. Más de 120 años después, su marca así lo reafirma.

La electrificación de Rolls-Royce comenzó con el 102EX de 2011, un prototipo que tomó la base de un Phantom y lo convirtió en un vehículo completamente eléctrico. En 2016 fue el turno del 103EX, un coche conceptual que imaginaba un futuro con esta tecnología. A la tercera va la vencida con el Spectre.

El Rolls-Royce Spectre es el sucesor espiritual del Rolls-Royce Phantom.

Exterior

El Rolls-Royce Spectre 2024 mide 5,45 metros de largo, 2,08 metros de ancho y 1,55 metros de alto. Su distancia entre ejes es de 3,21 metros. Pesa 2.975 kilos.

Es marginalmente más grande que el Cullinan y bastante más pequeño que el Phantom, que es 31 centímetros más largo con su carrocería normal y 53 centímetros con la versión de batalla extendida.

Aun así, la incorporación de la batería repercute directamente en su peso: pesa 315 kilos más que el Cullinan y 415 kilos más que el Phantom.

Un rasgo común en la transición a la electrificación es que las marcas incrementen las dimensiones de sus vehículos para compensar la incorporación de las baterías, difíciles de integrar en coches bajos o con distancias entre ejes cortas.

Para Rolls-Royce, sin embargo, esto no es ningún problema. El Spectre debuta con las mismas proporciones que sus otras propuestas, lo que genera una clara sensación de continuidad mucho menos disruptiva que la que encontramos entre otras marcas de los segmentos premium y del lujo.

La naturaleza eléctrica del Spectre se hace evidente principalmente en su parrilla central. Es una continuación del concepto que habíamos visto en sus últimos modelos, aunque ahora con una calandra completamente ciega. Las luces sí que cambian significativamente y ahora se dividen en dos bloques, de tal forma que las luces diurnas quedan reducidas a una diminuta franja de led.

Es el Rolls-Royce más eficiente aerodinámicamente de la historia con un coeficiente Cd de apenas 0.25. Para conseguirlo, sus diseñadores han optado por una silueta especialmente fluida. Los pilares A son sorprendentemente agresivos, pero los pilares C se suavizan dramáticamente y mueren directamente en el portón del maletero. Es un concepto que también hemos visto en propuestas como el Mercedes-Benz EQS, de nuevo por la necesidad de reducir el drag.

También con el mismo propósito encontramos unas llantas de marcado perfil aerodinámico que crecen hasta las 23 pulgadas.

El Rolls-Royce Spectre 2024 propone una evolución interesante del puesto de conducción. El diseño de la cabina no es rompedor respecto a las últimas propuestas de la marca, pero sí se permite innovar con un panel de instrumentos completamente digital que emula el aspecto de los indicadores analógicos. Estos están montados directamente sobre la misma superficie táctil que da lugar a la pantalla de infoentretenimiento. Rolls-Royce aún no ha confirmado sus respectivos tamaños.

Por todo lo demás, el Spectre 2024 es sorprendentemente continuista y adopta el mismo esquema de botones y controles que conocemos de nombres como el Phantom o el más reciente Ghost. Ese tradicionalismo comulga con las dimensiones generales del coche y su estética exterior, que también parecen insistir en un mismo mensaje: que por más que estemos ante un nuevo capítulo en la historia de Rolls-Royce, esto no es ninguna revolución que les haga renunciar a su esencia.

Su salpicadero y su techo están adornados con 5.500 puntos de iluminación led que simulan estrellas, lo que genera un efecto espectacular cuando el coche circula de noche o en condiciones de baja luminosidad. Los empleados de la marca han invertido dos años y 10.000 horas de trabajo en perfeccionar el sistema. De nuevo, no es nada rompedor porque es un recurso que hemos visto en otros Rolls-Royce, pero es igualmente espectacular.

Donde el Spectre sí que se permite innovar es en la integración del Espíritu del Éxtasis en su infoentretenimiento y ordenador central. La idea es transmitir al conductor que el alma de la marca va más allá de una pequeña escultura en el capó; que su magia controla lo que ocurre en el coche. Es por eso que lo encontramos en el infoentretenimiento, en el selector rotativo de la consola central y en una nueva aplicación que permite interactuar de forma remota con el vehículo.

Éste es un coche de producción, pero el departamento de personalización de Rolls-Royce está abierto a cualquier petición para cumplir las exigencias de sus clientes.

El Rolls-Royce Spectre tiene 585 caballos de potencia y 520 kilómetros de autonomía en ciclo WLTP, aunque la marca apenas ha confirmado detalles sobre sus especificaciones porque su programa de desarrollo aún no ha concluido.

Estas cifras se fundamentan en los últimos resultados preliminares, pero aún podrían cambiar ligeramente en los próximos meses. La previsión de las marcas es que el desarrollo del Spectre termine durante el segundo trimestre de 2023, así que entonces lo sabremos con seguridad.

Aún es pronto para saber cuántos motores tiene, pero la lógica invita a pensar que no son menos de dos.

Tampoco se conocen los detalles de su batería, aunque de nuevo el hecho de superar el umbral de los 500 kilómetros con un vehículo de estas dimensiones invita a pensar que podemos estar ante una batería de más de 100 kilovatios hora de capacidad. El BMW iX M60 tiene una de 111,5 que rinde 566 kilómetros en ese modelo, sin ir más lejos.

El objetivo de la marca es que consiga acelerar de 0 a 100 kilómetros/hora en apenas 4,5 segundos, aunque subrayan que hasta que no termine su desarrollo es demasiado pronto para saberlo. Su velocidad punta aún no ha sido confirmada.

La arquitectura sobre la que está construida recibe el nombre de Rolls-Royce 3.0. No es exclusiva de los coches eléctricos, porque se puede adaptar también para vehículos de combustión. De hecho, es una evolución de la que encontramos en el Phantom, el Cullinan y el Ghost. La integración de la batería en la estructura del coche ha permitido mejorar la rigidez del coche en un 30% frente al resto de propuestas del fabricante. 

El precio del Rolls-Royce Spectre aún no se ha confirmado, pero se situará por encima del umbral de los 500.000 euros según ha confirmado el mismo consejero delegado de la marca en declaraciones a la revista inglesa Autocar en mayo de 2023.

Este nuevo precio objetivo supone un cambio respecto a la estrategia original de la marca, que sugirió que el coche se podría adquirir por unos 300.000 euros antes de tomar en cuenta los gastos añadidos de las personalizaciones.

La producción del coche comenzará en septiembre y las primeras entregas tendrán lugar durante el cuarto trimestre del año 2023.