Renault y Nissan anunciarán su futuro la próxima semana

Unas decisiones que tendrán una fuerte repercusión en España. Está en entredicho la continuidad de Nissan en Zona Franca, Barcelona. La fábrica trabaja a un cuarto de su capacidad y hay rumores que sugieren que la cerrarán. Y Renault tiene plantas de producción en Valladolid, Palencia y Sevilla, aunque en esta última fabrican componentes, no automóviles.

Nissan está aplicando un plan de contención de gastos que conllevará la destrucción de más de 10.000 puestos de trabajo en todo el mundo. Se rumorea que podría abandonar algunos mercados para centrarse en aquellas áreas donde es más prominente. Y en Europa Nissan siempre ha tenido problemas de penetración, a pesar de los éxitos recientes del Nissan Qashqai y el Nissan Juke.

En Francia andan un tanto soliviantados con Renault. Temen que cuatro de sus factorías estén amenazadas. Entre ellas está la de Dieppe, donde se fabrican los Alpine, y esto quizás supondría el final del intento de relanzar la marca. Y además Renault abandonaría sus planes en algunos mercados por las mismas razones que lo hace Nissan, reforzando así la posición de su socio en estos.

Las voces sindicales francesas ya han avisado de que no sería de recibo que Renault aprovechara la ocasión para sacrificar plantas francesas en beneficio de otras europeas. Sobre todo, teniendo en cuenta que el estado francés es accionista de referencia en Renault. Es una señal de advertencia para España, donde la presencia industrial de la marca francesa es muy importante.

Todos estos planes, además, deben tener en cuenta dos circunstancias clave: la transformación tecnológica/energética y el impacto del coronavirus. No se trata sólo de que las ventas de estos dos meses se hayan desplomado, sino el impacto que tendrá en los próximos meses porque la reactivación del mercado no parece que vaya a ser muy rápida y financieramente el sector de automoción quedará muy tocado.

El anuncio es clave tanto para el corto como para el largo plazo.