Combustibles: más caros que ayer, pero menos que mañana

Este impuesto especial grava hasta un máximo de 4,8 céntimos por litro el precio de los carburantes y ahora, por la puerta de atrás de los Presupuestos Generales del Estado, acaba de ser entronizado de forma obligada ya que prevé este ingreso en las cuentas del estado. Son nueve comunidades las que hasta ahora no aplicaban ese recargo.

Es cierto, la cifra es mínima y pocos la notarán. Son 4,8 céntimos por litro, 48 por diez litros… pero 2,40 euros si llenamos un depósito de 50 litros. Es decir, como si pusiéramos casi 2 litros de más. En un automóvil moderno eso puede significar más de 30 kilómetros de autonomía en carretera.

A esta alza se une la que aplicarán las propias petroleras ya que el precio del barril ha aumentado de forma espectacular los últimos días, hasta alcanzar los 73,54 dólares, aunque llegó a superar los 75 dólares por barril de Brent, el que se toma como referencia.

En nuestro mercado llevamos ya cinco semanas de subidas consecutivas, lo que no sucedía desde hace mucho tiempo y se ha llegado a los máximos que datan del verano del 2015.

Los consumidores sospechan que las petroleras aplican de forma inmediata los incrementos en el precio del barril, pero no utilizan la misma diligencia cuando este desciende. Hay que tener en cuenta que el petróleo que consumimos hoy fue comprado hace unos meses… al precio de unos meses, no el actual.

El propio ministerio ha avisado a las petroleras que se mantendrá alerta para vigilar que no aprovechen estos incrementos de precio para aumentar sus márgenes. Es algo que hacen habitualmente en Semana Santa, vacaciones o puentes señalados. Según algunos datos, el margen de las petroleras ha aumentado un 5% desde febrero y se sitúa alrededor de 18 céntimos por litro.

Los precios medios de gasolina y Diesel se han situado ya por encima de 1,30 euros y 1,20 euros respectivamente esta misma semana. Aunque en algunas comunidades el precio es superior; pues existen hasta 30 céntimos de diferencia entre las comunidades más caras y las más económicas.

Con todo, el precio de los combustibles en España es inferior a la media europea. No por el precio del producto en sí, sino porque los impuestos especiales que los gravan no son tan elevados.

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