Nissan agudiza su crisis: ahora es menos valiosa que Subaru

Las acciones de Nissan cayeron un 9,6% este viernes coincidiendo con una revisión a la baja de las previsiones económicas para el año fiscal, en respuesta a los malos resultados del cuarto trimestre de 2019.

Este retroceso bursátil no es sólo la debacle más sonada desde 2009, sino que también implica que la compañía se devalúa hasta los 2.170 billones de yenes, el equivalente a unos 18.230 millones de euros.

Esta cifra deja a Nissan por detrás de Toyota, Honda, Suzuki y Subaru. Sus participaciones han caído un 19% desde comienzos de año, siguiendo con los descensos del 22% y 28% registrados en 2018 y 2019 respectivamente.

Con la confirmación de que no habrá dividendos y un plan para recortar 12.500 empleos en todo el mundo, la firma nipona trata de asegurarse capital para mantener la inversión necesaria para ser competitiva en la era de los coches eléctricos y autónomos.

Este descenso se ha producido poco después de que la firma redujera en un 43% sus previsiones de beneficios operativos para este ejercicio, pasando de 1.260 a 710 millones de euros. Sus ventas cayeron un 8,4% en 2019; un 18% en el último trimestre.

"Nuestro rendimiento empresarial ha empeorado más de lo que esperábamos", dijo este viernes el director ejecutivo Makoto Uchida desde la sede de la firma en Yokohama.

Los problemas de Nissan coinciden con el escándalo de Carlos Ghosn, que se halla en el Líbano después de escapar de Japón. El exdirector denuncia un complot contra su persona orquestado por directivos de la compañía con la complicidad de altos cargos del país.

La epidemia del coronavirus también ha afectado a la firma, que se ha visto obligada a cerrar varias fábricas en China. El 17 de febrero tiene previsto reabrir tres instalaciones y el 20 de febrero otras dos, pero han estado paradas casi un mes y el daño a la producción anual es irreversible.