¿Pueden multarme por tener el parabrisas en mal estado?

Hay dos elementos a los que muchos conductores no prestan la atención necesaria, no al menos hasta que 'llueve' y se convierten en imprescindibles.

Los cristales del coche no sólo sirven para ver el paisaje o disponer de luz en el habitáculo. Su función primordial es ofrecer al conductor la visión necesaria sobre el entorno para poder tomar las decisiones más adecuadas en lo que a conducción se refiere. El 90% de la información que percibimos cuando conducimos proviene de un estímulo visual.

Pero también son importantes porque las cámaras de los sistemas de seguridad ADAS suelen estar situadas en la zona del espejo retrovisor interior, en la parte superior central del parabrisas.

¿Esto qué significa? Que una rotura o grieta del parabrisas, tenerlo demasiado sucio o sobrecargarlo con pegatinas –a modo de banda antideslumbrante o pegatinas, viñetas o pases– no sólo dificultan la visión directa, sino que también pueden comprometer el funcionamiento de los sistemas de seguridad. Son un factor de peligro y, por ende, sancionables a partir del Reglamento General de Circulación.

La norma es clara: "la superficie acristalada del vehículo deberá permitir, en todo caso, la visibilidad diáfana del conductor sobre toda la vía por la que circule" y también que "el conductor de un vehículo "está obligado a mantener el campo de visión necesario". La Ley de Seguridad Vial permite a los agentes de tráfico inmovilizar un vehículo que presente "deficiencias que constituyan un riesgo especialmente grave para la seguridad vial".

Existen una serie de situaciones bien definidas. Circular con el parabrisas –u otros cristales– con daños o roturas que comprometan la visibilidad puede conllevar sanciones de 200 euros, aunque no pérdida de puntos. Las siguientes situaciones son objeto de esta multa.

• Circular con el parabrisas o el resto de los cristales con una capa de suciedad o de hielo que dificulte una correcta visibilidad.
• Circular con el parabrisas o el resto de los cristales con láminas, adhesivos, cortinillas u otros elementos no autorizados que dificulten una correcta visibilidad.
• La pegatina de la ITV ha de ir en el ángulo superior derecho del parabrisas y la del distintivo ambiental de la DGT, en la esquina inferior derecha; en ambos casos por su cara interior.
• Circular con un soporte para teléfono móvil o el GPS adherido al parabrisas en una zona que dificulte una correcta visibilidad.

También es sancionable con 200 euros –sin retirada de puntos– un laminado o tintado incorrecto:

• Utilizar láminas adhesivas o cortinillas sin llevar dos espejos retrovisores exteriores.
• Utilizar cristales tintados o coloreados no homologados. Hay en el mercado diversas marcas que cuentan con certificado de homologación por las ITV.
• Utilizar cristales tintados o coloreados en las ventanillas delanteras. Hay una excepción para los casos de que sufren lupus o enfermedad especialmente sensibles a los rayos del sol. También en el como vehículos oficiales o de usuarios protegidos.

Y por supuesto, se puede imponer una multa de 80 euros si las escobillas de los limpiaparabrisas están gastadas o deterioradas. Esto último es, desgraciadamente, muy común: las gomas se pueden dañar, bien usándolas cuando el cristal está demasiado seco, bien cuando se intentan retirar elementos sólidos, como excrementos de ave, por ejemplo.

La importancia de los limpiaparabrisas es capital en tanto que las precipitaciones son cada vez de más intensidad. Si no funcionan bien, los agentes de tráfico pueden llegar a inmovilizar el coche.

Un parabrisas en mal estado produce zonas opacas o traslúcidas que dificultan la visibilidad, de la misma forma que la suciedad del parabrisas es un problema cuando se circula con el sol de cara o los faros de otro automóvil nos deslumbran. En estos casos, la visibilidad disminuye más de lo normal porque se crea una trapa traslúcida en la zona sucia.

El mantenimiento es sencillo. Se recomienda cambiar regularmente los limpiaparabrisas, con la revisión anual o incluso antes si se detecta un deterioro. Conviene revisar que el depósito del líquido del limpiaparabrisas siempre está lleno y que los aspersores están bien dirigidos. Y no está de más llevar limpiacristales y una gamuza o paño para uso exclusivo de la limpieza de las lunas.

En caso de que se origine una pequeña grieta en el limpiaparabrisas por el impacto de una piedra, se recomiende acudir al taller de forma inmediata. La tecnología actual permite reparar pequeños impactos sin problemas. Si no, conviene cambiar la luna entera. Muchos seguros incluyen esta posibilidad, incluso en pólizas a terceros.