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Mercedes-Benz GLA 2023: pequeños cambios de diseño y nuevos motores

17/03/2023

El Mercedes-Benz GLA es el SUV de entrada a la gama de la firma alemana, emparentado con el Mercedes Clase A. Su segunda generación se presentó en diciembre de 2019 y se actualiza en 2023 con la adopción de nuevos faros LED High Performance o la nueva generación del sistema MBUX. Los precios no han sido confirmados todavía.

Allá por 2014, Mercedes puso ene circulación un SUV basado en su Clase A, el Mercedes GLA, un coche que tuvo una buena acogida en el mercado y que ha contado, entre otras cosas, con versiones como el GLA45, que lo convertían en uno de los SUV compactos más bestias del mercado.

En el año 2017 se renovó la primera generación y para 2019, se presentó la segunda, la que actualmente está a la venta y que en 2023 recibe su particular restyling. La marca ha decidido añadir “numerosas innovaciones” y ampliar el equipamiento, al tiempo que retoca un poco su diseño.

La lista de rivales para el Mercedes GLA es amplia y en ella destacan modelos como el Audi Q3, el BMW X1, el BMW X2 o el Range Rover Evoque, entre otros.

Exterior

El Mercedes-Benz GLA 2023 es un restyling, una renovación a mitad de vida comercial y por tanto, básicamente es el mismo coche y por tanto, las medidas son las mismas: mide 4,41 metros de largo, 1,83 metros de ancho sin incluir retrovisores –2,02 incluyéndolos– y 1,61 metros de alto, con una batalla de 2,73 metros. No hay peso declarado, pero este cambia según la versión. La segunda generación, cuando se presentó, presumía de un coeficiente aerodinámico Cx de tan sólo 0,28, un dato que, imaginamos, se mantiene igual tras el restyling, pues la marca no ha declarado nada al respecto.

No hay grandes cambios estéticos y en líneas generales, el Mercedes-Benz GLA 2023 es continuista respecto a su predecesor en cuanto a diseño. El paragolpes delantero, la calandra, las llantas y la firma lumínica de los grupos ópticos delanteros y traseros, reciben pequeños retoques que cambian ligeramente la apariencia del modelo, pero nada que sea realmente importante. La calandra, por ejemplo, adopta una rejilla con lamas verticales y aletas horizontales, al tiempo que los faros y los pilotos pasan a ser LED de fábrica.

Así, tal y como ocurría en su puesta de largo en 2019, el GLA destaca por un uso inteligente de los volúmenes con el que contribuir a reforzar la habitabilidad interior. También destaca por la adopción de un nuevo color llamado Spectral Blue, que se combina con cuatro diseños de llantas –el acabado más básico emplea unas de 17 pulgadas y en opción, hay de 18 y 20 pulgadas–.

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En el paragolpes, la toma de aire inferior adopta un aspecto más deportivo. Prescinde del marco cromado de la primera generación, de modo que ahora queda 'suspendida' entre el suelo y el espacio de la matrícula. Las tomas laterales incluyen dos pequeños deflectores. El bloque que las integra crece en tamaño y se expande hasta la matrícula, en línea de la solución que hemos visto en los otros SUV de la marca.

La silueta lateral se mantiene igual de fluida que cuando el modelo se presentó. El paso de rueda es un poco más agresivo, menos curvo. Desaparece el nervio superior y el inferior gana en horizontalidad para ser paralelo al suelo. Los raíles del techo se ofrecen de serie.

La zaga desarrolla los conceptos que presenta en el tren delantero. Uno de ellos es el paragolpes, que es de color negro en vez de blanco para mimetizarse con el suelo del coche y conseguir el efecto óptico de que el vehículo es más pequeño de lo que en verdad es. Las salidas del tubo de escape mantienen la misma posición, pero adoptan una forma afilada y ovalada. Las luces, más alargadas y elevadas, están divididas en dos bloques para poder abrir el maletero, que al ser el chasis más ancho también presenta una boca más cómoda.

El Mercedes-Benz GLA 2023 presume de un habitáculo tan espacioso como cuando se presentó en 2019, pero adopta nuevos sistemas, como la última generación del MBUX de Mercedes y nuevos diseños para los gráficos de la instrumentación y la pantalla multimedia.

Piloto y copiloto ganan 22 centímetros de altura libre para la cabeza, pero pierden 18 centímetros para la pierna dado que el morro es más corto. En los asientos traseros ocupa justo al revés: la altura es seis centímetros más baja, pero los pasajeros ganan 11,6 centímetros para sus piernas.

El piloto está sentado 14 centímetros más alto que en un Mercedes-Benz Clase A y cinco más que en un Mercedes-Benz Clase B. La marca promete un paso adelante notable en materia de visibilidad gracias a una revisión del diseño del pilar A, que resulta en menos obstrucción para el conductor.

Lejos de adoptar una pantalla para el panel de instrumentos y otra para la consola central, Mercedes opta por fusionar ambos soportes en un solo bloque que domina el salpicadero del vehículo. De este modo, el conductor tiene a su disposición toda la información que requiere. Lejos quedan los relojes de la primera generación.

Los botones físicos del bloque central se reducen a la mínima expresión, también porque el sistema de infoentretenimiento gana en eficacia y es capaz de absorber las funciones que antaño requerían de comandos específicos. Tan sólo sobrevive una línea horizontal de botones, dedicados todos ellos al aire acondicionado.

El bloque divisorio central amplía el compartimento destinado a los teléfonos móviles y las botellas, suprime el comando giratorio e integra un escueto bloque de botones que permiten navegar por el sistema de infoentretenimiento. Las puertas mantienen la misma disposición de comandos que en la generación anterior. El espacio de almacenamiento de las mismas es mayor y de más fácil acceso gracias a una nueva barra metálica que corona el reposabrazos.

El Mercedes-Benz GLA 2020 está disponible desde su lanzamiento con motores de gasolina y Diesel de cuatro cilindros, a los que se suma la opción híbrida enchufable. Los motores de gasolina reciben etiqueta ECO gracias a la hibridación ligera, con motor eléctrico de 14 kilovatios y sistema eléctrico de 48 voltios, pero los Diesel se mantienen intactos.

Así, la gama se compone de las versiones GLA180 –136 caballos–, GLA200 –163 caballos–, GLA 220 4MATIC –190 caballos y tracción total– y GLA250 4MATIC –224 caballos y tracción total–, que tienen etiqueta ECO. Los Diesel son el GLA180d  –116 caballos–, GLA 220d –150 caballos–, GLA 200d 4MATIC –150 caballos y tracción total– y GLA 220d 4MATIC –190 caballos y tracción total–.

En la segunda mitad de 2020 debutó el híbrido enchufable. Comparte motor con el Mercedes A250e EQ Power, es decir, un gasolina cuatro cilindros y 1.33 litros que sumado a la parte eléctrica eroga 218 caballos de potencia y 450 Newton metro de par. La batería es de 15,6 kilovatios hora, que desde 2023 proporcionará un máximo de 70 kilómetros WLTP en régimen exclusivamente eléctrico. El consumo de carburante combinado de esta versión es de entre 1,6 y 1,8 litros a los 100 kilómetros, mientras que las emisiones se mueven entre 38 y 42 gramos de CO2 por kilómetro. Con corriente alterna se puede cargar la batería en una wallbox a 7,4 kilovatios de potencia en una hora y 45 minutos, mientras que en una toma de corriente continua a 22 kilovatios el tiempo se reduce a unos 25 minutos.

El Mercedes-Benz GLA 2020 permite equipar tracción delantera o total y cambio manual o automático.

El Mercedes-Benz GLA 2023 cuenta con un amplio abanico de tecnologías orientadas a reforzar la seguridad del conductor. Ofrece en opción el Driving Assistance Package, con ayudas a la frenada y la dirección, lector de señales de tráfico para modular la velocidad límite del coche, ajustes mecánicos en función de las circunstancias de la carretera, asistente de mantenimiento de carril, puntos ciegos y maniobras evasivas.

El asistente de puntos ciegos avisa al conductor de la presencia de otros usuarios en la vía. Cuando el coche está parado, se activa una señal luminosa en los retrovisores a modo de alerta. Cuando está en circulación, el coche puede intervenir y accionar automáticamente los frenos para evitar el impacto.

Los modelos 4Matic incluyen de serie el paquete Off-Road Engineering Package. Esto resulta en una actitud más proactiva de los faros delanteros, adaptativos para iluminar bien el entorno, un modo de conducción especial que modula la entrega de potencia del motor y la intervención del ABS, una reproducción virtual del entorno y la situación del coche en el panel de instrumentos, que puede servir para juzgar mejor algunas maniobras. También integra un control de velocidad para descensos que evita que el coche supere los 18 kilómetros/hora.

Incluye un modo especial pensado para cuando el coche está en un túnel de lavado. Con la activación de un comando, los retrovisores se pliegan y las ventanillas se cierran, así como también el techo retráctil. El sensor de lluvia se desconecta temporalmente para evitar que los limpiaparabrisas se accionen. El aire acondicionado deja de tomar aire del exterior y reutiliza el del interior del vehículo. Estos parámetros se desconectan automáticamente cuando el coche llega a 20 kilómetros/hora, indicativo de que ya ha salido del túnel de lavado.

Desde 2023, la conexión mediante Apple CarPlay y Android Auto puede ser inalámbrica. Se añaden nuevos puertos USB C y la opción de montar un equipo de sonido Burmenster con tecnología Dolby Atmos.

La marca no ha comunicado los precios del restyling, esperamos que se den a conocer más adelante.

No obstante, los precios del Mercedes-Benz GLA de 2020 partían de 40.800 euros para la versión equipada con el motor de gasolina de 163 caballos. El Diesel más barato era el GLA 200d, con 150 caballos, cuya tarifa partía desde 41.125 euros. El GLA más caro era el gasolina de 224 caballos, que partía de 51.150 euros.