Mercedes-Benz GLC 2023: probamos la nueva generación

La nueva generación del Mercedes-Benz GLC es la segunda, y está llamada a seguir la senda del éxito de la original, que durante los últimos años se ha convertido en el modelo más vendido de la marca.

El GLC se enfrenta a rivales como el BMW X3, el Audi Q5, el Mazda CX-60 o el Alfa Romeo Stelvio.

La plataforma desde la que se edifica el nuevo GLC es la MRA de Mercedes-Benz, la misma que sirve como base del actual Clase C.

 

MERCEDES-BENZ GLC 2023: EXTERIOR

El Mercedes-Benz GLC 2023 mide 4,72 metros de longitud, 1,89 metros de anchura y 1,64 metros de altura, lo que significa que es 5,8 centímetros más largo, igual de ancho y 0,4 centímetros más bajo que la generación precedente. La distancia entre ejes es de 2,89 metros –1,5 centímetros más que el anterior–. La aerodinámica también ha mejorado, con un coeficiente aerodinámico de 0,29.

El frontal se ha rediseñado con unas ópticas que se conectan directamente a la parrilla del radiador para enfatizar la anchura del vehículo. Los faros con elipses de luz diurna adicionales y un nuevo embellecedor azul, así como la iluminación activa del suelo, están disponibles como equipamiento opcional. De serie vienen los Led High Performance.

La parrilla del radiador típica de los SUV de Mercedes, con un recorte rediseñado, tiene un marco cromado. Esta enmarca una rejilla deportiva en gris mate con molduras cromadas. La versión AMG Line se distingue por ofrecer una parrilla del radiador con diseño de estrella tridimensional con superficies cromadas de alto brillo. El nuevo protector de bajos simulado en cromo en la parte delantera subraya la anchura del vehículo y acentúa el aspecto todoterreno.

En el lateral destacan unos pasos de rueda que buscan dar una apariencia de mayor volumen y unos revestimientos protectores del paso de rueda en plástico negro. Eso en cuanto al acabado de serie, llamado Avantgarde, puesto que en el AMG Line vienen en el color de la carrocería.

La trasera destaca con los nuevos faros traseros de dos secciones con una tira que conecta ambos extremos. Su interior tiene un aspecto tridimensional y, como opción, están disponibles con una animación. La parte trasera también cuenta con un protector inferior de cromo simulado que encierra los tubos de escape simulados.

Las llantas pueden ser de 18, 19 o 20 pulgadas.

Los cristales traseros vienen tintados de serie, aunque existe la opción de que no sea así.

 

MERCEDES-BENZ GLC 2023: INTERIOR

En el habitáculo del Mercedes-Benz GLC lo primero que se encuentra el usuario es un salpicadero perfectamente estructurado e inclinado en seis grados hacia el conductor: la sección superior tiene un perfil en forma de ala con nuevas toberas redondas aplanadas que recuerdan a las góndolas de los motores de un avión. La sección inferior cuenta con una generosa zona de revestimiento que fluye armoniosamente hacia la consola central curvada.

El cuadro de mandos es una pantalla que tiene un tamaño de 12,3 pulgadas.

Una inserción cromada de alta calidad divide la consola central en una zona trasera suavemente acolchada para el reposabrazos y una zona delantera en negro intenso brillante.

La pantalla central está ligeramente inclinada hacia el conductor y tiene un tamaño de 11,9 pulgadas. Debajo de ésta hay un escáner de huellas dactilares. El sistema operativo es la última evolución del MBUX de Mercedes-Benz.

Desde esta pantalla central se manejan prácticamente todos los parámetros del vehículo. De hecho, hasta en su parte inferior aparecen los mandos del climatizador. A pesar de no ser físicos, su manejo es ciertamente intuitivo y, desde luego, más cómodo que en modelos de la competencia que también lo fían todo a lo digital. Debajo de la pantalla se conservan algunos mandos físicos que sirven para cambiar el modo de conducción o activar las luces de emergencia.

Adicionalmente se puede incorporar un head-up display a color como equipamiento opcional.

Por su parte, los asientos son de nueva factura conformados por más capas y superficies contorneadas. Los reposacabezas y su conexión con el respaldo se han rediseñado con una cubierta cerrada.

Nosotros hemos probado una unidad dotada del acabado AMG Line y no hemos encontrado pega alguna ni en cuanto al espacio disponible ni respecto a la visibilidad desde el puesto del conductor. La parte trasera también goza de una gran amplitud para dos adultos. El que ocupe la plaza central va más justo. Este paquete trae consigo un volante más deportivo cuyo aro puede resultar demasiado grueso para conductores con las manos pequeñas.

La calidad de los acabados y los materiales va en la línea de lo mostrado por Mercedes-Benz en sus últimos lanzamientos de esta horquilla de precios.

El aislamiento acústico del habitáculo es más que notable, aunque a provocar esta sensación ayuda que la unidad de pruebas a la que hemos tenido acceso contaba con unos cristales delanteros insonorizantes opcionales. Tan sólo el motor puede percibirse más de la cuenta pero sin llegar a ser algo molesto.

El maletero tiene una capacidad de 600 litros en las versiones mild-hybrid y de 400 en las híbridas enchufables. La diferencia está en el doble fondo presente en las primeras y que en las segundas está ocupado por la batería.

 

MERCEDES-BENZ GLC 2023: EQUIPAMIENTO

Mercedes-Benz estructura la gama del GLC en los acabados Avantgarde, que es el de serie, y AMG Line, de imagen más deportiva. Las variaciones entre ellos son principalmente estéticas y mecánicas, con lo que se detallan en los correspondientes apartados.

Entre los sistemas de asistencia más destacados se encuentran el programador de velocidad activo con sistema de mantenimiento de carril capaz de reaccionar ante obstáculos y vehículos detenidos, el asistente de señales de tráfico, un sistema de ayuda al aparcamiento semiautomático mejorado, la ayuda de maniobra evasiva con detección de bicicletas, peatones y opción de detención total, sistemas pre safe con impulso lateral, un asistente que estabiliza el remolque en marcha y que puede aparcar de forma automática o la función de capó transparente, que a través de una cámara muestra en la pantalla central lo que sucede en el frontal del coche y que puede quedar fuera del campo de visión del conductor. Se trata de una solución muy atractiva en terrenos off-road.

El sistema de sonido envolvente Burmester opcional ofrece una experiencia auditiva única con 15 altavoces premium y una potencia total de 710 vatios.

Además, este Mercedes-Benz GLC 2023 dispone de la última generación de asistencia a la conducción como el control de crucero adaptativo, el asistente de dirección activa, el asistente de señales de tráfico, el nuevo paquete de aparcamiento con cámara de 360 grados y el asistente de maniobra de remolques.

 

MERCEDES-BENZ GLC 2023: MECÁNICA

El Mercedes-Benz GLC 2023 está disponible únicamente con motorizaciones de cuatro cilindros tanto Diesel como gasolina todas ellas electrificadas. Hay versiones mild-hybrid de 48 voltios y generador de arranque integrado –que permite funciones de impulso o recuperación– o bien híbridas enchufables.

En todos los casos la caja de cambios es automática, de nueve relaciones 9G-TRONIC. Además tiene un mayor rendimiento gracias a una bomba de aceite auxiliar eléctrica que reduce el volumen de suministro de la bomba mecánica en un 30% en comparación con su predecesora.

Igualmente todas las motorizaciones están asociadas a un sistema de tracción a las cuatro ruedas 4MATIC. Todos los componentes han reducido su tamaño o peso para ofrecer un mejor rendimiento y la electrónica permite enviar mayor par al eje delantero, cuando este lo necesita.

220 d 4MATIC: es un motor de 2.0 litros con 197 caballos más 23 adicionales del sistema eléctrico de 48 voltios y 440 Newton metro de par máximo. La velocidad máxima es de 219 kilómetros/hora y acelera de 0 a 100 kilómetros hora en 8 segundos. El consumo medio oscila entre los 5,2 y 5,9 litros a los 100 kilómetros.

300 d 4MATIC: se trata del mismo motor que el anterior aunque con una potencia de 269 caballos y un par máximo de 550 Newton metro. En este caso la aceleración de 0 a 100 kilómetros/hora se logra en 6,3 segundos hasta alcanzar una velocidad punta de 243 kilómetros/hora. El gasto medio de carburante es de un mínimo de 5,6 litros a los 100 kilómetros.

200 4MATIC: la primera de las opciones de gasolina es un 2.0 litros con 204 caballos más 22 adicionales del sistema eléctrico de 48 voltios y 320 Newton metro de par más. La velocidad máxima es de 221 kilómetros/hora y acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en 7,8 segundos. El consumo medio oscila entre los 7,3 y los 8,2 litros a los 100 kilómetros.

300 4MATIC: el mismo propulsor también se vende con 258 caballos más 22 adicionales del sistema eléctrico de 48 voltios y 400 Newton metro de par. La velocidad máxima es de 240 kilómetros/hora y acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en 6,2 segundos. El consumo medio oscila entre los 7,3 y 8,2 litros a los 100 kilómetros.

300 e 4MATIC: el híbrido enchufable de gasolina combina un motor de 2.0 litros con 204 caballos más otro eléctrico de 136 para dar un total de 313 caballos y 550 Newton metro de par máximo. La velocidad máxima es de 218 kilómetros/hora y 140 kilómetros/hora en modo eléctrico con una aceleración de 0 a 100 kilómetros/hora en 6,7 segundos. Puede recorrer en eléctrico hasta 130 kilómetros en ciclo combinado.

300 de 4MATIC: el híbrido enchufable Diesel entrega una potencia combinada de 335 caballos y 750 Newton metro de par máximo gracias al mismo motor eléctrico que la anterior versión y aun motor de gasóleo de 2.0 litros y 197 caballos. La velocidad máxima es de 217 kilómetros/hora y 140 kilómetros/hora en eléctrico, con una aceleración de 0 a 100 kilómetros/hora en 6,4 segundos. En eléctrico puede recorrer hasta 130 kilómetros en ciclo combinado.

La batería es en ambos casos de 31,2 kilovatios hora de capacidad. Se puede recargar por corriente continua hasta una potencia de 60 kilovatios. Con ella recupera el 100% de su capacidad en una media hora. Por corriente alterna admite hasta 11 kilovatios de potencia. En tal caso se requieren 2 horas para recuperar toda la autonomía.

El conductor que desee influir en la tasa de recuperación de energía puede hacerlo directamente en tres etapas controladas por levas tras el volante. Esto es posible en todos los modos de conducción excepto en el Sport. En el modo de conducción D, por ejemplo, el conductor puede experimentar la sensación de conducir con un solo pedal: cuando el conductor levanta el pie del acelerador el vehículo frena de forma automática hasta el punto de que el freno de funcionamiento hidráulico no suele ser necesario.

Aún así existen dos modos de conducción específica para usarse con el modo eléctrico:

Battery Hold: Se da prioridad a la conservación del estado de carga de la batería de alto voltaje, por ejemplo, cuando se planifica la conducción en un centro urbano o en una zona de bajas emisiones más adelante. El sistema de propulsión híbrida selecciona la propulsión adecuada en función de la situación de conducción y la distancia.

Eléctrico: Conducción eléctrica hasta 140 kilómetros hora, recuperación de sobrecarga ajustable, activación del motor de combustión por el punto de presión del acelerador.

Los motores mild-hybrid tienen Etiqueta Eco y los híbridos enchufables Etiqueta Cero.

Las versiones AMG Line cuentan con una suspensión más deportiva que, no obstante, no acerca la carrocería al suelo.

Si se equipa la suspensión neumática la altura libre respecto al suelo aumenta de 17,9 a 18,9 centímetros, con opción de llegar hasta 2,4.

Con el paquete técnico off-road puede llegar hasta 24,9 centímetros por debajo de 20 kilómetros/hora.

El eje trasero es direccional y puede girar hasta 4,5 grados. Las ruedas viran en el mismo sentido que las de delante o al contrario en función de la velocidad para ganar estabilidad o reducir radio de giro.

 

MERCEDES-BENZ GLC 2023: IMPRESIONES DE CONDUCCIÓN

Hemos podido realizar una muy breve prueba del Mercedes-Benz GLC durante su presentación nacional. Apenas 50 kilómetros de conducción que nos permiten afirmar que se trata de un SUV que se defiende bien en todos los terrenos. A ello ayuda la presencia del paquete deportivo AMG Line, que incluye una suspensión más firme que le ayuda a rendir mejor en carreteras viradas. Imaginamos que la suspensión neumática, que no hemos probado, aportará además un plus de versatilidad.

En todo caso el extra de firmeza que aporta la suspensión no incide negativamente en el confort general del coche, ni tampoco en sus capacidades off-road. Nuestra unidad de pruebas llevaba unas llantas de 20 pulgadas y demostró que podía defenderse con soltura en un camino sin excesiva dificultad que nos tocó recorrer. También puede afrontar con garantías subidas y bajadas pronunciadas, estas últimas gracias también al control de descenso de pendientes.

Se puede afirmar, por tanto, que Mercedes-Benz ha buscado el mayor equilibrio posible con este nuevo GLC para hacer de él un SUV apto para todo tipo de cliente. Algunos de sus rivales tienen una deportividad más marcada o un plus de confort respecto a éste a costa de perjudicar otras áreas.

La versión que hemos probado del GLC es la denominada 220 d 4MATIC, es decir, el Diesel de 197 caballos. Su rendimiento es el adecuado para cualquier situación que se pueda dar en el tráfico diario y, por tanto, nos atrevemos a asegurar que puede considerarse como el motor más equilibrado en cuando a la relación entre prestaciones y consumo que logra. Sin ser representativo por los pocos kilómetros recorridos, hay que decir que logramos una media de 7,5 litros a los 100 kilómetros. Si se lleva a cabo una conducción más eficiente desde luego que la cifra puede bajar. Por su parte, el sistema mild-hybrid actúa en todo momento de forma automática y lo hace de forma imperceptible para el conductor.

También merece elogios el cambio automático de nueve marchas que equipa el GLC. No es el más rápido del mercado pero tampoco lo pretende. Resulta más interesante destacar la suavidad con la que lleva a cabo las transiciones entre velocidades. Tan sólo se echa en falta algo más de velocidad de acción cuando se hunde el pedal del acelerador por ejemplo al ejecutar un adelantamiento.

Por último, apuntar que el tacto del freno es bastante convincente a pesar de la electrificación del motor, mientras que la dirección es la típica de un Mercedes-Benz: suave, directa y precisa. Además, el radio de giro se ve beneficiado por la presencia de un eje trasero direccional que hace que su desempeño en terrenos en teoría desfavorables sea bueno.

MERCEDES-BENZ GLC 2023: PRECIO

El Mercedes-Benz GLC 2023 tiene un precio de salida en España de 58.150 euros para la versión 200 4MATIC. La 220 d 4MATIC empieza en 60.850 euros, mientras que la 300 4MATIC hace lo propio a partir de 65.175 euros. La variante 300 d 4MATIC comienza desde 68.450 euros.

El híbrido enchufable de gasolina es el único que ha revelado su precio, que es de un mínimo de 74.925 euros.

 

REGISTRO DE ACTUALIZACIONES

Fecha	Actualización
12/10/2022	Probamos el Mercedes-Benz GLC 2023 durante su presentación nacional.
01/06/2022	Lanzamiento del Mercedes-Benz GLC 2023.
30/11/2021	Presentación en verano de 2022.
19/10/2021	El Mercedes-AMG GLC 63 contará con un motor híbrido de cuatro cilindros.
26/06/2021	Unidad de pruebas fotografiada en Granada.
22/03/2021	Se filtran nuevos detalles de la próxima generación del Mercedes-Benz GLC.
29/05/2020	Salen a la luz los primeros detalles de la nueva generación del Mercedes-Benz GLC.