Mercedes 300 SLR Uhlenhaut Coupé: el coche más caro del mundo

Esta cifra pulveriza un récord que desde 2018 estaba en manos del Ferrari 250 GTO, cuando una unidad en perfecto estado de conservación cambió de propietario a cambio de 70,2 millones de dólares.

El antiguo dueño del coche no era otra que la misma Mercedes-Benz, que lo conservaba en su museo. El dinero recaudado se destinará a crear el Fondo Mercedes-Benz, que proporcionará becas para las nuevas generaciones.

El 300 SLR Uhlenhaut Coupé es un coche como ningún otro. Es la culminación de la obra del ingeniero Rudolf Uhlenhaut, que fue junto a Alfred Neubauer uno de los máximos artífices de la leyenda de las flechas de plata.

Uhlenhaut comenzó a trabajar para Mercedes en el año 1931 y en 1936 asumió la dirección del departamento de competición, tan sólo por debajo de un Neubauer que supervisaba toda la operación.

De su mente surgieron el W125 y el W154, los monoplazas con los que Rudolf Caracciola se proclamó campeón europeo por segunda y tercera vez en las temporadas 1937 y 1938.

Tras la Segunda Guerra Mundial, Uhlenhaut volvió a la carga con un W194 que ganó las 24 Horas de Le Mans de 1952 y crucialmente con un W196 que dio a Juan Manuel Fangio dos Mundiales de Fórmula 1 en 1954 y 1955.

Y este W196 de Fórmula 1 dio pie al Mercedes-Benz 300 SLR, que es el modelo que nos ocupa.

Rudolf Uhlenhaut con el 300 SLR Uhlenhaut Coupé

El 300 SLR paseó su superioridad por la Mille Miglia de 1955 con Stirling Moss, pero tristemente también fue protagonista del desastre de Le Mans, en el que perdieron la vida 84 aficionados y el piloto Pierre Lavegh.

Aquel accidente de Le Mans precipitó que Mercedes se retirase del mundo de la competición.

Pero para aquel entonces Rudolf Uhlenhaut ya había empezado a trabajar en otro proyecto: una versión apta para circular por la calle de aquel 300 SLR. 310 caballos de potencia y un motor de ocho cilindros en línea y 3.0 litros.

El proyecto se canceló, pero para entonces ya existían dos prototipos. Dos coches únicos que con el paso del tiempo pasaron a ser conocidos como 300 SLR Uhlenhaut Coupé.

Lo tenían todo para convertirse en una leyenda: ADN de Fórmula 1 –W196–, pedigrí de campeón –Mille Miglia 1955–, la tragedia por antonomasia del automovilismo –Le Mans 1955– y una historia emotiva –la obra magna de un genio de la ingeniería–.

EL 300 SLR nunca se puso a la venda, aunque los pocos periodistas que pudieron conducirlo con el beneplácito de la marca dieron fe de que era la mejor máquina de su tiempo.

Mercedes-Benz ha tenido en propiedad ambos prototipos desde su fabricación, pero siete décadas después ha accedido a subastar una unidad con fines benéficos.

El 300 SLR Uhlenhaut Coupé restante permanece en manos de la marca de la estrella y expuesto en su museo de Stuttgart, en Alemania.