Mazda CX-4 2016: ¡A la conquista de China!

De hecho, para entender este modelo hay que tener muy presente al CX-5, ya que comparte con este plataforma y distancia entre ejes. A partir de ahí, su diseño se dibuja como su gran argumento. En su frontal encontramos unos faros LED de diseño afilado, muy en la línea de lo que hemos visto en otros modelos de la marca. Ambos escoltan a su parilla cromada, que se sitúa por debajo de las protecciones del paragolpes y que recorren toda la silueta del vehículo.

La clave de su diseño es la caída del techo, propia de los vehículos coupé. Estas formas radican en un coche más bajo y con menor espacio en el habitáculo respecto al CX-5, aún siendo más largo que este. Sin embargo, su diseño se torna más dinámico y afilado. La caída del techo deriva en un gran portón trasero, en el que se dibujan parte de las ópticas LED traseras. Un paragolpes trasero sirve de base para el difusor y las salidas de escape.

Con el objetivo de conquistar el mercado chino, Mazda apuesta por una gama de motores ampliamente conocida. Hablamos de los propulsores de cuatro cilindros Skyactiv-G con un propulsor de 2.0 litros atmosférico de acceso, con 152 caballos y 202 Nm de par. Este motor podrá estar asociado a un cambio automático de seis relaciones y tendrá tracción trasera. El otro propulsor será el bloque Skyactiv-G de 2.5 litros de 192 caballos y 192 Nm de par, con idéntico cambio automático pero con tracción  las cuatro ruedas i-ACTIV AWD.

A la hora de entender su habitáculo hay que cambiar el chip, porque la firma ha dotado al CX-4 de toda la tecnología y diseño del Mazda CX-3, por lo que no hay sorpresas en ambos aspectos. De hecho, la distribución de los controles, el velocímetro o la pantalla multimedia del equipo de infoentretenimiento se dibujan con un diseño exactamente igual al del CX-3. Como es lógico y siguiendo esta tendencia, también el equipamiento tecnológico, los sistemas y las ayudas de conducción van en consonancia.

El Mazda CX-4 comenzará su comercialización en China a partir del mes de junio. Sólo entonces y a tenor del éxito que pueda cosechar en el mercado asiático la marca podrá valorar si da el paso a llevarlo a otros mercados. Aún compartiendo base con el CX-5 y tecnología con el CX-3, entendemos que su diseño de SUV Coupé unido a aglutinar lo mejor de cada uno de los dos modelos anteriores son razones más que de sobra para que encaje perfectamente en la filosofía del comprador europeo.