Las ventas de coches en España podrían caer hasta un 10% por el nuevo ciclo de homologacion WLTP

El caso de las emisiones ha traído consigo una serie de acciones que han derivado en la creación de un nuevo ciclo de homologación, el conocido WLTP, siglas de Worldwide Harmonized Light-Duty Vehicles Test Procedures. O Procedimientos Armonizados Mundialmente para la Prueba de Vehículos Ligeros. Una serie de pruebas para homologar nuevos modelos que buscan simular lo mejor posible una circulación en tráfico real.

Dichas pruebas tendrán resultados muy diferentes a los obtenidos por el actual ciclo NEDC, que se realizan en laboratorio y quedan, según se ha demostrado, algo lejos de la realidad. Y el cambio no será a mejor, sino todo lo contrario; los consumos medios de todos los automóviles subirán ligeramente y eso, al menos en España, afectará a su precio final por el tipo impositivo. Un suceso que según el presidente de la Faconauto –Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción–, Gerardo Pérez, provocará un descenso de las ventas de entre el 8 y el 10%.

Actualmente, el impuesto de matriculación en España se guía por los niveles de emisiones y favorece siempre a los vehículos menos contaminantes. Sin embargo, los automóviles que se vendan bajo el ciclo WLTP no van a consumir más, sino que tendrán una homologación, un consumo ‘oficial’, mucho más cercano al logrado en conducción real en carretera, que por lo general suele ser más alto que el ofrecido en las fichas de cada modelo. Esto afectará al impuesto de matriculación, pues habrá coches que desde septiembre, tengan un coste de adquisición más alto que anteriormente, sin haber cambiado en nada.

Gerardo Pérez afirma que si no se adaptan las tasas de matriculación a la situación, el 70% de los coches que se vendan tendrían que abonar impuesto de matriculación, mientras que actualmente esto ocurre sólo con el 20% de los vehículos nuevos bajo normativa NEDC. El año pasado se recaudó vía impuesto de matriculación cerca de 350 millones de euros, una cifra que se dispararía hasta los 900 o incluso 1.000 millones de euros si no se lleva a cabo una reestructuración de dicho impuesto.

No obstante, también afirmó que sería adecuado suprimir la figura del impuesto de matriculación, un acción que resulta complicada y que por eso, apuesta por revisar y adaptar dicho impuesto a la nueva situación.

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