Las ventas de coches caen a plomo en España por el coronavirus

La distribución y comercialización de vehículos se suspendió el pasado 16 de marzo, lo cual ha tenido una repercusión directa en las cifras de ventas. Tampoco ayuda en absoluto la incertidumbre económica en la que viven muchos ciudadanos, que se ven afectados por paros temporales y temen por su situación.

Las patronales reportan "un grave mazazo a las matriculaciones que coloca las cifras de marzo por debajo del nivel de los peores meses de la crisis económica", en alusión a la recesión de 2008. Las ventas de turismos y vehículos comerciales ligeros pierden casi dos tercios de sus ventas habituales.

Las matriculaciones de turismos y todoterrenos han caído un 69,3% en la comparación interanual, las de vehículos comerciales ligeros un 67,2% y las de vehículos industriales, autobuses, autocares y microbuses un 36,8%.

"Nos encontramos ante un mes y unos registros de ventas sin parangón en la historia de las matriculaciones en España, como también nos encontramos como país ante una de las crisis sanitarias más complejas y duras enfrentadas jamás", señala desde ANFAC su directora de comunicación, Noemí Navas.

"Las ventas están paralizadas y esta situación se prolongará, al menos, mientras dure el estado de alarma porque el principal objetivo es superar la pandemia. Estamos trabajando ya en el escenario de salida y recuperación. Las matriculaciones arrastraban caídas desde agosto de 2018 y esta crisis añade incertidumbre entre los consumidores".

ANFAC cree que "es posible volver rápido a donde estábamos". "Vamos a necesitar un plan de choque de relanzamiento del sector que recoja medidas específicas para la automoción que sirvan para recuperar rápidamente el mercado y la producción, con unos planes de ayuda a la compra que se centren ahora en la renovación integral del parque".

Desde Faconauto señalan que "el descalabro en matriculaciones es histórico" y vaticinan "caídas cercanas al 90%" en los meses de abril y marzo porque los concesionarios permanecen cerrados. Se conjuran para tocar fondo rápido y comenzar a trabajar en la recuperación.

Desde Ganvam va más allá. "Teniendo en cuenta que las redes de distribución operan con márgenes inferiores al 1%, esta situación supone dar el año por perdido con las consecuencias que eso tendrá para el empleo. En lugar de que todos los ERTE terminen cuando acabe el estado de alarma, sería bueno que se aceptara una reincorporación gradual del personal sometido a estos expedientes temporales. De lo contrario, se convertirán en ERE por causas económicas".