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La segunda 'gigafactoría' de Tesla estará finalmente en China

Ya se ha llegado a un acuerdo, pero no se hará oficial hasta dentro de unas semanas

Tesla Motors sabe que China es el mercado con mayor potencial en su segmento

Es la primera empresa que podrá fabricar eléctricos libremente sin asociarse

Javier Montoro

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23 Oct 2017 - 13:38

Europa avanza en materia de movilidad sostenible, sí, pero muy lentamente, quizás lejos de las expectativas de los grandes fabricantes que miran hacia el futuro. Tesla Motors lo sabe y, por el contrario, también conoce muy bien la cuota de mercado de Asia en relación a los coches eléctricos. Así, la famosa compañía americana ha decidido que, finalmente, creará su segunda ‘gigafactoría’ en Shanghái, donde según fuentes del Wall Street Journal, se habría llegado a un acuerdo, lo cual no es sorprendente si se tiene en cuenta que China es el mercado más grande del mundo en este aspecto.

Aunque el pacto no se ha hecho oficial por ahora, se espera que se publique a lo largo de las próximas semanas. Las primeras informaciones apuntan a que la nueva gran planta –una de las fábricas más grandes del planeta– se levantará en la zona de libre comercio de la ciudad oriental, lo que le permitiría a la empresa de Elon Musk reducir considerablemente los costes de producción de sus modelos y, en especial, de su recientemente comercializado Model 3, si bien esto implicaría igualmente tener que aplicar el arancel de importación chino, fijado en un elevado 25%.

En la actualidad, tanto la marca como el gobierno del país en cuestión se encuentran en negociaciones para concretar los detalles del anuncio de este importante contrato a escala global y fundamentalmente industrial, pues se espera que emplee a casi 5.000 personas de manera directa y otras cuantas decenas de miles de forma indirecta en lo que ya se considera el imperio financiero de la República Popular. Esto es una noticia excelente para Tesla y Estados Unidos ya que, hasta ahora, las firmas extranjeras que querían fabricar coches eléctricos en China tenían que hacerlo a través de fabricantes locales.

Próximos a prohibir la venta de vehículos con motor térmico y teniendo en cuenta que suman más de 1.000 millones de habitantes, estos chinos son clientes muy apetecibles por el sector del automóvil y especialmente por aquellas casas que creen con determinación en un ecosistema vial fundamentado en la energía eléctrica. Tesla es una de esas corporaciones que personifica esta visión de futuro y su apuesta por el mercado asiático es, cuanto menos, lógica y argumentada en su potencial económico, social y cultural. ¿Podrán las marcas domésticas luchar contra la estadounidense?

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