Olvida el Tesla Roadster: crean un Honda S2000 eléctrico con 650 caballos

We're ready...
S2000 with two 2017 Chevy Volt batteries and a modified P100D powertrain... 650hp@elonmusk @ElectrekCo @wk057 @ChevyElectric @Tesla @InstitutIVI pic.twitter.com/Sd4rpoaF4i

— Sylvain Bélanger (@SylDrax) 6 de octubre de 2018

Puede que el nuevo Tesla Roadster haya prometido el paraíso en lo que a prestaciones se refiere, pero para creer del todo al bueno de Elon Musk tendremos que ver antes la versión de producción del vehículo. Si cumple eso de acelerar de 0 a 100 kilómetros/hora en menos de dos segundos no tendremos nada que objetar. Eso sí, la espera parece que se hace larga para algunos. Un claro ejemplo es la historia protagonizada Sylvain Bélanger y su Honda S2000, que ha pasado a ser eléctrico y a tener nada más y nada menos que 650 caballos de potencia.

El motor de gasolina original de cuatro cilindros y 2.0 litros con 240 caballos –en su especificación europea– y la transmisión manual de seis velocidades que se asociaba con éste han pasado a mejor vida. En su lugar se ha instalado uno de los motores eléctricos del Tesla Model S P100D junto a dos packs de baterías del Chevrolet Bolt. Eso y la ligereza del conjunto dan como resultado un deportivo eléctrico de rabiosa aceleración. No se han dado datos acerca del 0 a 100, pero sí que sabemos que completa el americano cuarto de milla en 10,67 segundos a una velocidad máxima de 189 kilómetros/hora. Son algo más de 400 metros para que nos hagamos una mejor idea. Además los responsables de la obra aseguran que será capaz de acelerar más rápido, aunque para ello deberán solucionar algunos problemas que se han encontrado durante la fase de pruebas.

Se trata ésta de una creación de lo más interesante que por desgracia acaba con uno de los puntos más característicos que siempre ha tenido el Honda S2000, su sonido. Con un corte de inyección situado en las 9.000 revoluciones por minuto, el aullido del motor era una de las cosas que más llamaba la atención de todos los aficionados. Y era precisamente cerca de la zona roja del cuentarrevoluciones donde daba lo mejor de sí. En definitiva, un coche de otro tiempo que, gracias al capricho de alguien, se ha adaptado a la época actual.