Murray impugna la evolución de los deportivos con su esperado T.50

En un momento en el que las grandes marcas recurren a motores híbridos o eléctricos, el T.50 apuesta por un V12 de Cosworth desarrollado a partir del conocimiento adquirido con el Aston Martin Valkyrie. Todo encapsulado en una aerodinámica perfeccionada en un túnel de viento de Fórmula 1 para crear un digno sucesor del McLaren F1.

Murray está especialmente preocupado por la tendencia del sector, que avanza inexorable hacia coches cada vez más pesados. El nuevo Ferrari SF90 Stradale, por ejemplo, pesa 1.570 kilos. El T.50 se situará en tan sólo 980 kilos, porque su creador cree que la ligereza es indispensable para que estos vehículos se mantengan fieles a su naturaleza.

"He seguido los superdeportivos desde que hice el McLaren F1, pero nadie ha entendido su fórmula desde entonces. No creo que se haya hecho ningún coche realmente ligero y centrado en el piloto desde el F1", se sincera en una entrevista al portal Carthrottle, donde reflexiona sobre la situación actual.

"Ahora las cosas van en una dirección que no me gusta como conductor. Cada vez son más complejos, cada vez son más grandes y pesados. Y para ganar la carrera de la potencia recurren a turbocompresores, híbridos y baterías".

"Vamos camino de coches que pesarán dos toneladas. Hoy en día es bastante común que pesen 1.500 kilos. En 2017 calculé el promedio de los últimos 15 años y el resultado era de unos 1.410 kilos". A modo de referencia, el T.50 se sitúa en 980 kilos.

"Así que he pensado que por qué no celebrar mis 50 años de carrera profesional con un sucesor del F1. Pienso que puede ser el último superdeportivo realmente analógico, tal y como van las cosas".

Esquema del GMA T.50

Murray explica que el T.50 tendrá una relación peso-potencia superior a la de modelos como el Ferrari LaFerrari o el McLaren P1 GTR.

"Ya han pasado 31 años desde que empecé a diseñar el F1. Muchas cosas han cambiado. Ahora podemos trabajar con nuevos materiales, con nuevas tecnologías y nuevos sistemas, que nos permiten acercarnos a lo que queríamos conseguir en un principio con el F1".

"La idea inicial era que el F1 usara un motor de 4.0 o 4.5 litros de Honda, que tenía que ser V10 o V12. Mi objetivo era que pesara 1.000 kilos. Cuando ellos se retiraron, mi amigo Paul Rosche apareció con un motor BMW de 6.0 litros y me aferré a él, aunque era más grande de lo que quería. Hemos vuelto a los objetivos originales del F1, pero esta vez los cumpliremos".

Remarca que su creación será la más divertida para los amantes de la conducción, a pesar de que se quede lejos de los 2.000 caballos que prometen coches como el Lotus Evija. También concreta que la versión de competición, de la que se producirán 25 unidades, pesará tan sólo 890 kilos.

"Lo bueno de todo esto es que no hay nada que esté haciendo algo como lo nuestro. El objetivo es que sea el mejor coche para el conductor. Estamos muy lejos de esos coches eléctricos tan pesados. Puede que entreguen 2.000 caballos de potencia, pero nunca tendrán las dinámicas del T.50".