Estrategia del susurro: ¿Por qué el interior de los Ford es silencioso?

No hace muchos años hablar con alguien dentro de un coche a partir de cierta velocidad era complicado. El ruido del motor, de la rodadura y demás se colaba en el habitáculo, lo que nos obligaba a elevar considerablemente nuestro tono de voz. Hoy en día ya no es así. Los interiores de los coches son pura tranquilidad. En el caso de Ford, esto se consigue mediante la aplicación de la 'estrategia del susurro'.

Si se toma como ejemplo el nuevo Ford Kuga, la marca del óvalo reconoce haber examinado todos los elementos generadores de ruido, desde la suspensión hasta los sellos de las puertas, para tratar de optimizar el interior del modelo. Tras ello se añaden protectores de sonido ajustados aerodinámicamente debajo del chasis del vehículo que ayudan a limitar el ruido de la carretera y del viento que entra desde el exterior.

Ford reconoce que ha probado más de 70 neumáticos diferentes durante dos años en todas las superficies, desde asfalto hasta adoquines, y en todas las condiciones a diferentes velocidades. Los datos obtenidos les han permitido a sus ingenieros encontrar la configuración ideal para mantener el ruido de la carretera al mínimo. Los canales detrás de los paneles exteriores que permiten el paso de cables y componentes ocultos de una zona a otra son más pequeños y estrechos para limitar el flujo de aire dentro del chasis.

"Nuestra 'estrategia de susurro' está diseñada para hacer que los viajes sean lo más silenciosos posibles. Desde la absorción del sonido a través de asientos perforados hasta pruebas que implican escuchar atentamente los diferentes patrones de sonido creados por docenas de neumáticos diferentes", ha afirmado Glen Goold, ingeniero jefe de programa del Ford Kuga.

LA EVOLUCIÓN DEL RUIDO A LO LARGO DE LA HISTORIA

Basta un vistazo a la historia de Ford para darse cuenta de los avances logrados en lo que a reducir el ruido del habitáculo se refiere. En el Ford Anglia de 1966 se llegaban a registrar picos de sonido de 89,4 decibelios, mientras que en el Ford Granada de 1977 esta cifra ya descendía hasta 82,5. El Ford Cortina de 1982 bajó hasta los 78,5 decibelios, mientras que el Ford Mondeo de 2000 lo hizo hasta 77,3. Hoy en día, la versión híbrida enchufalbe del Ford Kuga se queda en 69,3. Estos datos se han obtenido a 50 kilómetros/hora en tercera marcha. Y, como referencia, es interesante saber que un sonido se percibe el doble de fuerte que otro cuando es 10 decibelios más alto.