Ford esquiva los semáforos en rojo

Las aplicaciones del coche conectado son múltiples y sus ventajas muy destacadas. Por ello, no es de extrañar el programa que ha puesto en marcha UK Autodrive, organismo británico que promueve las tecnologías del vehículo conectado y que cuenta con una financiación pública de 25 millones de euros. Un proyecto en el que se encuentra inmerso Ford gracias a este sistema Green Light Optimal Speed Advisory, con el que la marca pretende hacer más fluidas las rutas urbanas y optimizar el tiempo de espera ante un semáforo.

En líneas generales y gracias a los sistemas de comunicación entre vehículos e infraestructuras, el coche de Ford aconsejaría al conductor la velocidad que debe seguir para evitar el siguiente semáforo en rojo o en su defecto el momento de arrancar la marcha si el conductor no puede evitar alguno de estos semáforos. Con esto se pretende reducir el estrés del conductor y las pérdidas de tiempo. El consumo del vehículo además se ve contenido, con lo que las emisiones de partículas contaminantes disminuyen al aumentar la fluidez del tráfico.

Aunque una tecnología similar se utiliza ya en Copenhague o Ámsterdam para que los ciclistas no se encuentren semáforos en rojo, su aplicación en un vehículo implica algunos matices que un total de 16 expertos están evaluando junto a otros sistemas y tecnologías de comunicación entre vehículos o de vehículo a infraestructura. En este aspecto, Ford ha cedido cinco unidades del Mondeo híbrido para probar un sistema de Freno Electrónico de Emergencia, tecnología que avisaría a otros coches de una parada de emergencia, así como de cruces bloqueados o de la llegada de un vehículo de policía, bomberos o ambulancias.