El curioso FNM Onça, el hijo de un Alfa Romeo y un Ford Mustang

La Fábrica Nacional de Motores, o FNM, fue un fabricante de motores y vehículos fundado en 1942 en Brasil con fondos gubernamentales con el objetivo de construir productos industriales, pero sobre todo motores y vehículos, comenzando con camiones bajo licencia Isotta Fraschini. Sin embargo, a partir de 1951 alcanzaron un acuerdo de colaboración con Alfa Romeo, primero para producir camiones y pasando luego a la vertiente de vehículos de turismo bajo licencia.

Es en este acuerdo en el que se enmarca el coche que nos ocupa. De hecho, la colaboración de FNM con Alfa Romeo llevó incluso a que la marca brasileña modificase su logo, que se parece bastante al de los italianos. Y así, a principios de los años sesenta, FNM empezó a construir en Brasil modelos idénticos al Alfa Romeo 2000, siempre bajo licencia. Pero llegó un momento en que quisieron hacer algo todavía más deportivo. Eso fue en 1966, y es donde empieza la historia del Onça, que significa ‘jaguar’ en brasileño.

Para el nuevo modelo tomaron la parte mecánica del Alfa Romeo, un motor de 1.9 litros de cuatro cilindros y 115 caballos, así como el chasis, pero para la carrocería se inspiraron de manera flagrante en un icono: el Ford Mustang de primera generación, elaborando una carrocería de fibra de vidrio en la que insertaron el frontal y la trasera del Alfa Romeo. Acaba de nacer el FNM Onça, que podríamos llamar el Alfastang. Sin embargo, las pruebas de los prototipos no fueron precisamente buenas.

Y es que en una de esos test, a unos 140 kilómetros por hora, de repente el revestimiento interior del techo se desprendió sobre la cabeza de los ocupantes, que por suerte salieron ilesos porque el conductor pudo frenar en línea recta sin perder los nervios. La causa del defecto era curiosa: las tomas de aire de los laterales lo canalizaban por error a través de los pilares del coche, de modo que inflaba el revestimiento hasta romperlo y hacerlo caer. Inmediatamente eliminaron esas tomas de aire.

Presentado oficialmente en el Salón del Automóvil de Brasil de 1966, con una buena recepción en el ámbito local. Sin embargo, y de forma incomprensible, sólo se construyeron oficialmente 5 ejemplares del Onça –algunas fuentes citan 10 unidades, que en todo caso tampoco son muchas-. El motivo de la paralización del proyecto fue que al enterarse Alfa Romeo, que no había sido informada, mostró su disconformidad con un modelo que era a todas luces una copia de uno de los coches más famosos del momento, con aspecto de Alfa Romeo y bajo su supuesta licencia. La producción cesó de inmediato.

Sólo quedan tres ejemplares de esta rareza que por un breve momento juntó lo mejor de un corazón italiano con la forma global de uno de los coches más icónicos de todos los tiempos. FNM desapareció en 1988, cuando fue definitivamente absorbida por el Grupo Fiat, que había comprado Alfa Romeo. El Onça era un coche con difícil recorrido por problemas legales, y difícilmente verás uno de los que quedan si no vas a Brasil.