PRIMERA PRUEBA

Fiat E-Ducato 2021: profesional eléctrico con dos opciones de batería

22 Sep 2021 - 12:03

Actuales

Eco

El Fiat E-Ducato 2021 es la versión eléctrica del vehículo profesional de la marca italiana. Llega con dos opciones de batería diferentes que le otorgan una autonomía máxima de 370 kilómetros y con un motor que entrega el equivalente a 122 caballos. Su precio de salida es de 58.310 euros.

El nuevo Fiat E-Ducato 2021 es la variante totalmente eléctrica del Fiat Ducato, que cumple su octava generación y 40 años en el mercado.

El prototipo del que deriva el E-Ducato se presentó un año antes que el modelo de serie, desvelado a mediados de 2020.

La importancia de esta versión del modelo crecerá con el paso de los años, puesto que cada vez serán más las ciudades con zonas de circulación restringida al tráfico para los vehículos de combustión. Con su Etiqueta Cero, sobre el E-Ducato no pesa prohibición alguna en este sentido.

Fiat se enfrenta con su nuevo E-Ducato a unidades como el Volkswagen e-Crafter o el Mercedes-Benz eSprinter.

FIAT E-DUCATO 2021: EXTERIOR

El Fiat E-Ducato 2021 presenta muy pocos cambios respecto al resto de versiones vigentes, que a su vez no han variado respecto a la generación precedente más que en algunos detalles.

Como sucede en el resto de las versiones del Ducato, esta variante eléctrica luce el nuevo logotipo de Fiat.

En el frontal, los laterales y la parte trasera lucen los anagramas que distinguen a esta versión del resto. Los faros son de led.

La boca de carga se sitúa junto a la puerta del conductor.

El E-Ducato se ofrece como Furgón, Chasis y Combi. Según Fiat, existen más de 80 configuraciones posibles.

El volumen de carga se mueve entre 10 y 17 metros cúbicos y la carga útil es de hasta 1.950 kilos. La masa máxima autorizada es de 4.250 kilos.

FIAT E-DUCATO 2021: INTERIOR

El Fiat E-Ducato 2021 cuenta con un cuadro de mandos rediseñado. El cuentarrevoluciones deja paso a un medidor de potencia, mientras que el indicador del depósito de carburante hace lo propio con el que comunica el nivel de carga de la batería.

Existe una nueva pantalla en la parte superior izquierda que hace las veces de unidad de control.

La palanca que gestiona la transmisión cambia su diseño.

Fiat ha tratado de hacer de la cabina del E-Ducato lo más parecido posible a la de un turismo. No obstante, la posición de conducción es aún y lógicamente la elevada y erguida que tienen este tipo de vehículos.

FIAT E-DUCATO 2021: EQUIPAMIENTO

El Fiat E-Ducato pone a disposición del cliente elementos de seguridad como el detector de ángulo muerto, la frenada autónoma con mitigación de colisión, el detector de tráfico cruzado posterior, el aviso de cambio involuntario de carril, el sistema de reconocimiento de señales de tráfico y las luces de carretera automáticas.

El espejo retrovisor interior digital es opcional.

Las ayudas a la conducción se engloban dentro de los paquetes Easy Driving y Safety Driving, que juntos hacen que el E-Ducato tenga un Nivel 2 de conducción autónoma.

FIAT E-DUCATO 2021: MECÁNICA

El motor del Fiat E-Ducato 2020 tiene una potencia de 90 kilovatios, cuyo equivalente térmico son 122 caballos, y un par máximo de 280 Newton metro.

La aceleración de 0 a 50 kilómetros/hora la completa en cinco segundos. La velocidad máxima está limitada a 100 kilómetros/hora.

Fiat deja a elección del cliente incorporar una batería de 47 kilovatios hora de capacidad o una de 79. La autonomía de la batería más pequeña es de 170 kilómetros o 235 en recorridos urbanos. En el caso de la batería de mayor capacidad, estas cifras se elevan hasta 280 y 370 kilómetros respectivamente. Todos estos datos responden al protocolo de homologación WLTP.

Cualquiera de las dos baterías acepta cargas por corriente alterna y por corriente continua. La de menor capacidad requiere 7 horas y 55 minutos en una toma de 7 kilovatios para recuperar el total de su autonomía. En el caso de la más capaz este tiempo es de 7 horas y 59 minutos en una toma de 11 kilovatios. En una toma de 50 kilovatios por corriente continua, el máximo que acepta, la batería pequeña requiere 50 minutos de carga para recuperar el 80% de su autonomía y la grande, una hora y 25 minutos.

El Fiat E-Ducato 2021 cuenta con un sistema de recuperación de energía por inercia, así como modos de conducción específicos. Además, el vehículo puede continuar la marcha aunque falle uno de los módulos de la batería.

Fiat garantiza la batería pequeña durante 8 años o 160.000 kilómetros y la grande durante 10 años o 220.000 kilómetros.

FIAT E-DUCATO 2021: IMPRESIONES DE CONDUCCIÓN

Durante la presentación nacional del Fiat E-Ducato hemos podido conducir muy brevemente la versión Furgón. Para quien no está acostumbrado a manejarse con vehículos de esta altura y tamaño es todo un impacto empezar a hacerlo. En ello también influye la elevada y erguida posición de conducción y, desde luego, la ausencia de espejo retrovisor interior. Ésta se puede subsanar con un extra como es el retrovisor digital, que viene a ser una cámara marcha atrás que facilitará considerablemente las diferentes maniobras a realizar.

Dicho esto, lo más interesante del E-Ducato es, lógicamente, su motor eléctrico. Más allá de la opción de entrar en las zonas restringidas al tráfico en las grandes ciudades, lo principal que aporta es un considerable extra de suavidad respecto a las versiones de combustión. Además, al no tener que manejar la palanca de cambios, el desempeño urbano se vuelve bastante más cómodo para el conductor respecto a las versiones de combustión manuales, algo vital cuando uno se pasa el día detrás del volante.

El motor aporta su máximo rendimiento durante los primeros 50 o 60 kilómetros/hora, algo importante especialmente cuando el E-Ducato vaya totalmente cargado. No obstante, en ningún caso se trata de un motor eléctrico que eche a andar de forma especialmente reactiva. Incluso en el modo de conducción más contundente la aceleración es suave.

Los apenas 14 kilómetros que condujimos nos impiden sacar conclusiones en lo que al consumo de energía y autonomía se refiere. Eso sí, fueron más que suficientes para comprobar que detalles como el freno son los típicos de un vehículo eléctrico. En este caso hay que acostumbrarse a él porque no ofrece la mejor de las sensibilidades, con lo que es fácil incurrir en faltas o excesos de presión sobre el pedal.