El Ferrari 288 GTO Evoluzione y el Ferrari F40 Competizione: gloria sobre ruedas

El Ferrari 288 GTO surgió en 1984, presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra. Su destino debía ser el Grupo B de rallies, pero la subsiguiente prohibición de este dejó un coche de serie de prestaciones brutales gracias a su motor V8 de 2.9 litros biturbo que erogaba 400 caballos. De 1984 a 1987 se produjeron 272 unidades, pero cinco de ellas sirvieron de base para un modelo muy especial: el 288 GTO Evoluzione.

Era 1987, y al 288 GTO se le sometió a una cura de adelgazamiento hasta los 950 kilogramos, por un lado, pero también se le dotó de un vestido nuevo que recubría aerodinámicamente sus formas, con un frontal más redondeado y un enorme alerón trasero, además de aberturas para evacuar el calor. Y unas entradas de aire laterales que avanzaban un futuro muy cercano. Junto a ello, el motor fue objeto de un aumento de prestaciones, que permitieron alcanzar los 650 caballos. Era una bestia indomable capaz de alcanzar los 370 kilómetros por hora con un reglaje agresivo.

Pero además, fue la base trabajo para un coche especial, el F40, que toma muchas ideas, tanto estéticas como técnicas, del 288 GTO Evoluzione. No en vano, el F40 surgió en 1987, el mismo año que su predecesor. Y si el F40 era tan espectacular, en gran medida se lo debía al Evoluzione. Pero dos años después, al importador francés de Ferrari se le ocurrió que el F40 sería ideal, una vez preparado, para competir en Le Mans. Era el año 1989, e iba a surgir el denominado F40 LM, que pronto pasaría a denominarse Competizione.

Su desarrollo comenzó un 14 de abril de 1988, y a finales de año Dario Benuzzi, legendario probador de la casa de Maranello, ya daba algunas vueltas en Monza con la evolución más alocada del F40. Conservaba, sin embargo, un aspecto mucho más similar al modelo de calle que en el caso del 288 GTO y el Evoluzione: aparte de un alerón trasero regulable, unos faros delanteros fijos y de luces más grandes, y algún aditamento aerodinámico y toma de aire, el coche era rápidamente reconocible.

Los dos primeros modelos se llamaron F40LM, pero los ocho siguientes recibieron el apelativo Competizione. Sólo se fabricaron diez unidades, pero con el motor V8, que venía del 288 GTO, más exprimido todavía que en el Evoluzione: el Competizione entregaba 700 caballos de sus 2.9 litros biturbo, lo que unido a un peso de 1.040 kilogramos dejaba una relación peso-potencia de 1’33 kilogramos por caballo. La velocidad máxima oficial era de 367 kilómetros por hora, pero con ajustes específicos podía superar con holgura esa cifra.

288 GTO y F40, padre e hijo de los supercoches. Y sus derivaciones más brutales, como hijos díscolos que querían demostrar de qué eran capaces. Bendito 'Big Bang' en un intenso color 'rosso corsa'. Rindamos pleitesía al origen de los supercoches y sus versiones más extremas.