Los factores que influyen a la hora de dar positivo por alcoholemia

El mejor remedio para evitar dar positivo en un control de alcoholemia es no beber nada de alcohol. Es, además, la conducta más responsable tanto para nosotros como para el resto de usuarios de la vía. Eso sí, no siempre ingerir algo de alcohol va a derivar en un positivo. Además de la cantidad influyen otra serie de factores que pueden acelerar o retrasar la aparición de un resultado no deseado en el test. Son los siguientes:

• El tipo de bebida ingerida

No todas las bebidas alcohólicas se absorben a la misma velocidad. Según cuentan diversos expertos aquellas que están fermentadas, como la cerveza o el vino, lo hacen de una forma más lenta que las destiladas, que son la gran mayoría de alcoholes de alta graduación. Estos se suelen tomar además acompañados de bebidas gaseosas, lo que acelera todavía más el proceso.

• El momento del día

En función del momento del día que sea la absorción del alcohol por parte de nuestro cuerpo también varía. Pero no, no nos referimos a la posición del sol ni nada parecido, sino a si tenemos o no el estómago vacío. Si no has comido antes el positivo aparecerá antes, al contrario de lo que sucede si bebes algo tras una comida copiosa.

• La velocidad de la ingesta

Si bebes alcohol rápido una mayor cantidad del mismo llegará a la sangre, además de hacerlo de una forma más veloz. Es mejor ingerir de una forma más pausada y tratar de intercalar las copas con otras bebidas sin alcohol. Eso sí, que nadie piense que con esta 'técnica' evitaremos el positivo. El alcohol afectará a la conducción de todas formas.

• Cada persona es un mundo

El peso y la estatura del sujeto también influye a la hora de absorber el alcohol. Mientras más pequeña y delgada sea la persona, más rápido se producirá la absorción. Además influye el sexo de la persona. Por cuestión de genética las mujeres dan cifras más altas en un control de alcoholemia que los hombres aunque se consuma la misma cantidad de alcohol.

• Otras circunstancias que afectan

Si cada persona es un mundo, cada día también. Ningún cuerpo reacciona igual ante el alcohol en dos ocasiones diferentes. Factores como la fatiga, el estrés, la ansiedad o incluso el sueño que tengamos en el momento de beber pueden hacer que nuestro nivel de alcoholemia se vea afectado tras una toma.