Electrolineras automáticas: ¿el paso lógico para el coche autónomo?

No me refiero a los sistemas de ayuda al aparcamiento, los que permiten automatizar la maniobra con una mínima intervención del conductor. Hablo de una nueva generación de ayudas, de una nueva era en la que el conductor se bajará del coche en la entrada del parking y el coche buscará por sí solo su plaza, para luego acudir a la salida en cuanto conductor y acompañantes quieran marcharse.

El desafío que se ha propuesto superar la start-up holandesa Rocsys. Además de aparcar, el coche eléctrico sería capaz de recargar su batería. Incluso en una electrolinera: los ocupantes se podrían bajar en la entrada e ir al bar, mientras el coche busca un cargador libre donde efectuar de forma autónoma la operación de recarga.

Todo ello es una inversión de fututo. Parece imprescindible cuando los coches autónomos lleguen al mercado. Si en el parking hay zona de recarga automatizada, el coche eléctrico será capaz de buscarla. Y una vez llegado a ella, un robot super-cargador se encargará de conectarlo y efectuar la operación. Una cámara reconocería el tipo de enchufe necesario y elegiría la toma oportuna.

Rocsys ya tiene en fase avanzada cargadores de este tipo de hasta 350 kilovatios. Y con una serie de funciones adecuadas para el control de la recarga, la tarifación, etc, así como para poder ser manejados de forma remota.

Por el momento, sin embargo, esto parece algo de cara a un futuro a largo plazo. Antes, la prioridad estará en ofrecer suficientes puntos de recarga que permitan la difusión del coche eléctrico en los próximos años.

Rocsys quiere avanzarse a su tiempo y tener listo un producto que pueda crear la necesidad. De esta forma estarían por delante de cualquier tipo de competencia.

No es la única empresa que trabaja en el proyecto. En Estados Unidos, Volkswagen trabaja con Electrify America y Stable, cargadores y robótica respectivamente, para fabricar los suyos. Más que en el cliente particular, su objetivo son las flotas de Uber, Cabify, etc. Incluso empresas de distribución. Y tampoco hay que olvidar proyectos como los robots autónomos de Volkswagen capaces de recargar baterías de eléctricos.

En este caso, se quiere ir mucho más lejos y ofrecer la posibilidad de que el coche autónomo sea capaz de elegir el lugar idóneo donde cargar, en función de sus necesidades, el itinerario, etc. Se dirigiría hasta el punto, recargaría y luego lo abandonaría una vez completada la operación.