El futuro del WEC es incierto

La propuesta oficial de boceto de reglas la FIA y el ACO, basada en carrocerías basadas de los 'hypercar' y 'supercar' –un poco al estilo de lo que fueron los GT1– no convence. Y mucho menos si se quiere usar motores híbridos pero con la parte eléctrica común, realizada por Bosch. Aunque este aspecto podría soslayarse porque incluso en la F1 se discute este particular.

La propuesta está claramente dirigida a las marcas, dejando de lado los pequeños constructores que este año han salvado la categoría LMP1. Y no está claro que los pequeños constructores de 'hypercars de lujo', tipo Pagani o Koennigsegg, puedan permitirse este lujo.

De momento, la IMSA ya se ha desmarcado. Ellos seguirán con sus DPi y el próximo año introducirán retoques en el BoP, favorables a estos coche y diversificándolos de los LMP2. La reglas IMSA 'huyen' de la tecnología de vanguardia –como sucede en todas las categorías americanas– en aras de una clara contención de costes. El anuncio de la IMSA ya ha provocado movimientos en USA: algunos constructores han decidido ofrecer coches a equipos privados y debería aumentar notablemente la participación.

Ferrari y Ford, dos de las marcas con las que se contaba, ya han expresado su rechazo pleno; los italianos no parecen interesados en discutir la propuesta y los americanos parecen decididos a replegarse a la IMSA. Porsche ha mostrado muchas dudas. Lamborghini las rechaza de plano. Para cualquier gran constructor es importante en esta categoría mostrar la bondad de sus propios productos y su tecnología.

Pero sobre todo existe el factor económico. Las primeras evalucianes señalan que las nuevas reglas propuestas no representarían el ahorro deseado por la FIA, los promotores y los equipos.

Las estimaciones señalan que el presupuesto necesario no estaría muy alejado del que actualmente tienen los equipos privados para hacer correr sus LMP1 e incluso podría ser superior. Y la inversión de las marcas para realizar el modelo base y un motor adecuado podría ser muy elevada.

De momento Toyota es la única gran marcaque ya ha manifestado su interés por la categoría. No es casualidad que los japoneses presentaran a primeros de año un concept de supecar que recoge las enseñanzas del actual TS050 Hybrid de Le Mans y que quiere producir. Este coche parece ser el que ha inspirado las reglas. Aston Martin y McLaren no descartan estar presentes y está Glikenhaus que, en plan constructor artesanal, podría estar presente, como ya hemos avanzado.

Las dificultades para pactar reglas técnicas es uno de los grandes problemas del automovilismo actual. Reducir costes y mantener tecnología avanzada es una ecuación sin solución. Sucede en F1, en el WEC, en el DTM e incluso en el WTCC, que ha tenido que dejar paso el WTCR.

Las nuevas reglas deberían entrar en vigor en 2020 y está claro que el tiempo apremia. El desarrollo de un coche nuevo requiere su tiempo.

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