El Cybertyre de Pirelli te hará estar más seguro en la carretera: estos son algunos ejemplos prácticos

El Cybertyre es una idea que se remonta al año 2010, que es cuando Pirelli habló públicamente de este proyecto. En 2018 debutó el primer prototipo y en 2021 se empezó a fabricar para algunos coches, como el McLaren Artura. Este 2024 se ha dado el siguiente paso evolutivo con un acuerdo con Bosch y un sensor aún más capaz que amplifica y mucho las posibilidades del sistema.

Los primeros sensores simplemente ofrecían una lectura de qué es lo que pasaba en las ruedas, pero ahora la tecnología ya se ha desarrollado hasta tal punto que es capaz de interactuar directamente con el vehículo y conseguir que éste cambie sus parámetros para amoldarse a las variables de cada momento, en busca siempre del máximo rendimiento.

Un ejemplo práctico muy sencillo: imaginemos que tenemos que cambiar los neumáticos de verano por unos de invierno cuando llega el frío. Hasta ahora, simplemente ponemos las ruedas que tocan según la temperatura y a rodar. El coche funciona bien, pero no está optimizado para el compuesto de turno. Con el Cybertyre, el vehículo es capaz de identificar qué tipo de goma lleva y, en consecuencia, puede modular sistemas como el ABS o el control de estabilidad de una forma que saque el máximo rendimiento al neumático de turno.

Esta tecnología ya está disponible en el Pagani Utopia, pero en Pirelli no ocultan que están en conversación con fabricantes generalistas. Si las cosas siguen su curso, no sería descabellado que esta tecnología pueda ser mucho más accesible a finales de década, si la producción del sistema se consigue escalar y abaratar lo suficiente como para no suponer un compromiso para el precio final.

CASOS PRÁCTICOS: TRES FORMAS EN LAS QUE EL CYBERTYRE MARCA LA DIFERENCIA

1. Frenadas más eficientes

El Cybertyre tiene un acelerómetro y es capaz de calcular la temperatura de la goma y estudiar la deformación de la cubierta con gran precisión e inmediatez. Eso deriva en una lectura muy clara de cuál es el nivel de agarre disponible en cada momento, lo cual marca la diferencia cuando se trata de extraer rendimiento.

Toda esta información permite reducir las distancias de frenado. Un coche que se desplaza a 136 kilómetros/hora será capaz de reducir su distancia de frenada entre 1,5 y 2,5 metros si está dotado del neumático inteligente, precisamente porque el vehículo modulará el ABS interpretando en todo momento los datos que le lleguen desde las gomas, que le dirán hasta qué punto puede exprimir el grip.

2. Protección contra el aquaplaning

El Cybertyre es capaz de medir la adherencia disponible en el asfalto en base a la deformación del neumático. Por eso, en cuanto un coche afronta un charco donde ocurre aquaplaning, el sensor de la goma es captar de detectar el peligro al instante y trasladar esa información al coche.

En caso de aquaplaning, esa comunicación directa con el ABS permitirá controlar mejor el coche. En las pruebas de esquiva con aquaplaning que ha efectuado Pirelli, el Cybertyre permite al conductor recuperar antes el control del vehículo y, en consecuencia, esquivar los peligros con más garantías que con una goma normal.

3. Mantenimiento de carreteras

Decimos que el Cybertyre es capaz de leer en todo momento el nivel de adherencia disponible gracias a un seguimiento de la deformación del neumático. Eso significa que, cuando el firme está en malas condiciones, el sensor de la goma obtiene una lectura muy particular que informa al vehículo de que ese asfalto no está en las condiciones óptimas.

Es aquí donde el neumático inteligente de Pirelli puede comunicarse directamente con las autoridades de tráfico pertinentes, ayudándoles a dibujar un mapa del estado de la red viaria. Eso facilitará su correcto mantenimiento, permitiendo una conducción más segura. Pirelli ya ha empezado a colaborar con las autoridades de tráfico italianas, que ya tienen cuatro vehículos equipados con el Cybertyre precisamente para circular por sus carreteras y efectuar un ‘escaneado’ constante del estado de las mismas.

Y EL FUTURO: CLAVE EN LA CONDUCCIÓN AUTÓNOMA

Pirelli cree que el Cybertyre tiene potencial para mucho más y dibuja una serie de escenarios donde podría marcar la diferencia.

1. El internet de las cosas

Los coches están conectados y es probable que llegue al día que puedan estar en contacto directo con el resto de elementos de nuestras ciudades. En Alemania, por ejemplo, algunos vehículos ya se pueden conectar a los semáforos y eso les permite saber a qué velocidad deben circular para no tener que detenerse al llegar al siguiente semáforo.

Pirelli imagina un futuro en el que el Cybertyre ayude a prevenir accidentes de aquaplaning: cuando un coche lo sufra, inmediatamente se comunicará con el vehículo que lleva detrás y éste será capaz de llegar al peligro mejor prevenido, con la calibración debidamente ajustada para maximizar el control del conductor. Lo mismo es fácil que ocurra en casos de firmes en mal estado.

2. La conducción autónoma

Todas las marcas apuestan por la conducción autónoma, que de momento se basa en una serie de cámaras y sensores para funcionar. Pirelli quiere que el neumático también contribuya y por eso imagina un futuro en el que la información de los sensores del Cybertyre, que son la mejor lectura del nivel de adherencia disponible, también será fundamental para que el ordenador del vehículo tome la mejor decisión en cada momento.

De momento, el Cybertyre tan sólo se encuentra en unos pocos superdeportivos muy selectos, porque proporcionan el escenario ideal para probarlo y desarrollarlo. Pero parece muy claro que es tan sólo cuestión de tiempo que esta idea llegue al mercado generalista y pase a estar disponible para el gran público.

A día de hoy, el principal inconveniente es el coste del sistema. Pero Pirelli ya está en conversaciones con varios fabricantes importantes y los responsables del proyecto Cybertyre no ocultan que, a cinco años vista, es muy probable que esta tecnología esté al alcance de todo el mundo.